El proyecto busca comprender cómo las niñas, niños y jóvenes migrantes construyen su identidad en el contexto escolar chileno, y qué papel juega la escuela en este proceso. “Nos interesa especialmente visibilizar los “Fondos de Identidad” del estudiantado migrante, es decir, aquellos recursos culturales, sociales y personales que son significativos para ellos y que forman parte de su autodefinición. A partir de esto, trabajaremos junto a docentes para diseñar actividades de aula que reconozcan y valoren estas identidades diversas, contribuyendo a una educación más inclusiva y culturalmente pertinente”, contó la especialista de la Facultad de Medicina UACh.
Cuenta además, que este proyecto nace de una preocupación constante por las condiciones de inclusión de la niñez migrante en las escuelas chilenas, ya que, destaca, que ha habido avances en garantizar su acceso al sistema escolar, aún persisten prácticas que invisibilizan o estigmatizan sus trayectorias y diferencias culturales. “A partir de investigaciones previas y del trabajo con escuelas, observamos la necesidad de desarrollar herramientas pedagógicas que no solo reconozcan esta diversidad, sino que la integren activamente en las experiencias educativas. Desde ahí, surge la idea de utilizar la perspectiva de los Fondos de Identidad como base teórica y metodológica para articular una propuesta transformadora”, agregó.
El proyecto contempla cuatro años de estudios en distintas fases. “En una primera etapa se realizará una revisión sistemática de literatura sobre identidad migrante en contextos escolares. Luego, se trabajará directamente en escuelas públicas de la Región de los Ríos y de Magallanes, con alta matrícula de estudiantes migrantes. Allí se conformarán grupos de estudio junto a docentes para investigar los Fondos de Identidad del estudiantado migrante y, en una segunda etapa, diseñar e implementar actividades curriculares basadas en esos fondos. El proceso combinará técnicas participativas, como dibujos, mapas relacionales y fotografías, con entrevistas y observaciones de aula. Además, se prevé una fase final de análisis integrado y difusión de resultados en colaboración con las propias escuelas”, dijo Lamas.
Asimismo, destacó que un aspecto central de este proyecto es su carácter colaborativo. “No se trata solo de investigar “sobre” estudiantes o profesores, sino de construir conocimientos “con” ellos. Creemos firmemente que los cambios en educación se logran desde la vinculación entre universidad y escuela, y desde el respeto profundo por las voces de quienes habitan el aula. Por eso, cada paso de esta investigación busca generar puentes: entre culturas, entre saberes, y entre personas.”
Por eso, resalta la investigadora, esperan contribuir a un cambio significativo en la manera en que las escuelas abordan la inclusión del estudiantado migrante. “No solo buscamos generar conocimiento académico, sino también fortalecer la práctica docente a través de estrategias concretas y contextualizadas. Nos interesa aportar evidencias que permitan a las comunidades escolares y a las autoridades educativas diseñar políticas y prácticas más sensibles a la diversidad cultural. Asimismo, queremos posicionar la mirada de las y los estudiantes migrantes como protagonistas de su propia historia, alejándonos de enfoques asistencialistas o basados en el déficit.