Enfocada en las oportunidades que ofrece actualmente la industria marítima a nivel internacional en el contexto de la sostenibilidad y la innovación tecnológica, desde Alemania la ingeniera naval Jacqueline Benavides, nos relata su experiencia, cómo visualiza la transición hacia una industria más verde y los desafíos de seguridad de las rutas marítimas.
Jacqueline actualmente cursa el Master en Ingeniería Naval y Oceánica de la Universidad Técnica de Hamburgo (TUHH) y planea desarrollarse profesionalmente en el ámbito de la energía eólica marina.
Su pasión por la ingeniería nació desde temprana edad, influenciada por su padre, un ingeniero mecánico que la inspiró a seguir el camino técnico. “Era muy pequeña cuando aprendí a soldar, por ejemplo, a usar un galletero, una fresa y el torno mecánico. Lo natural hubiese sido haber estudiado ingeniería mecánica, pero mi deseo al terminar el colegio era completamente distinto”. En lugar de eso, decidió estudiar ingeniería naval, una carrera que no solo la conectaba con la ingeniería mecánica, sino que también le ofrecía la posibilidad de navegar, algo que fascinó a Jacqueline y la llevó a elegir Valdivia como su destino académico.
La profesional egresó de la Universidad Austral de Chile con el título de ingeniera naval con doble mención en Arquitectura Naval y Transporte Marítimo el año 2007, realizó su práctica profesional en Astilleros ASENAV de Valdivia donde la reclutaron de inmediato para continuar trabajando. “Obviamente cuando se trabaja uno posterga todo el tema de titulación, no es fácil compatibilizar una jornada laboral full time con el desarrollo de una tesis, además justo coincidió que en ASENAV se estaban desarrollando 2 proyectos internacionales tremendamente importantes y significativos en la industria naval, eran dos supply vessels para la naviera Maersk y esa fue mi prioridad durante esos tres años”. Luego de ello se tituló y continuó trabajando en otros astilleros y empresas del rubro marítimo.
Por razones familiares, el año 2018 se trasladó a Alemania donde los primeros dos años se enfocó en adaptarse al idioma y a la cultura. Poco a poco surgieron las oportunidades y las opciones de continuar estudios de postgrado. De esta manera, Benavides se matriculó en el Master en Ingeniería Naval y Oceánica de TUHH, una especialización que abarca temas clave como tecnologías offshore, análisis de estructuras en hielo y sistemas eólicos marinos.
Los desafíos de la industria naval internacional
Cursar esta especialización ha permitido a Jacqueline identificar hacia donde proyectará su carrera profesional. El rubro naval enfrenta importantes desafíos comunes a nivel mundial entre los cuales destaca la necesidad de desarrollar tecnologías que prioricen el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad. La transición hacia una industria más verde, con un enfoque en las energías renovables y la seguridad de las rutas marítimas.
“Esto no es solo el tema de emisiones de CO2 de un buque, si no que desde su proyección y proceso de construcción. También otro tema ahora candente es la seguridad tanto del buque en sí, sobre todo la utilización de nuevas tecnologías como IA, buques autónomos, así como también la seguridad de las rutas de navegación y seguridad de las cadenas de suministros bajo un escenario de conflicto de guerra creciente a nivel mundial. Hay mucho por investigar y hacer en esta materia por lo que las oportunidades para contribuir son infinitas” señala.
Respecto de cómo visualiza el desarrollo de la industria en Chile, la profesional cree que, aunque el impacto de las guerras se ven lejanas “nos afecta directamente ya que Chile posee un paso muy importante en las rutas de navegación, como lo es el Estrecho de Magallanes, alternativa al canal de Panamá. Por lo que el desarrollo de la industria en la zona austral debería ya considerar estos escenarios internacionales y considerar invertir en infraestructura que permita atender un flujo de buques más grandes en esa zona. Y en este punto, el aporte de los futuros ingenieros es muy relevante” acotó.
En su opinión, por diferentes razones la industria chilena en general se ha desarrollado dándole la espalda al mar. “Debemos comenzar a mirar más las posibilidades que nos ofrece nuestro mar, tanto como una fuente de energía, y como una opción real de transporte de mercaderías. Potenciar el cabotaje nacional y nuestros puertos. Nuestro mar es mucho más que la pesca industrial o artesanal, el océano pacifico es una fuente inagotable de energía renovable, posee condiciones únicas a nivel mundial, y este creo es el principal desafío para los futuros ingenieros navales en Chile, fomentar y promover el potencial marítimo de nuestro país”.
Participación de mujeres en ingeniería naval
En relación a la participación de mujeres ingenieras en el rubro naval, Jacqueline revela que no hay mucha diferencia con lo que ocurre en Chile. Es “un campo principalmente masculino, a pesar de que por cultura las mujeres acá en Alemania son mucho más resueltas”. Sin embargo, destaca que en su experiencia no ha percibido ningún trato diferente por ser mujer. “La verdad es que el trato académico y en las instancias en que he participado ha sido por igual tanto entre hombres y mujeres, tampoco he percibido discriminación por ser extranjera, la verdad la sociedad alemana es bastante tolerante e igualitaria en el trato” precisa.
“Ahora, el hecho de que en Chile ésta no sea un área de interés de las mujeres me atrevería a decir que es un tema cultural de nosotras mismas, acá existen los mismos clichés o estereotipos de géneros; no son algo exclusivo de Latinoamérica, pero acá las mujeres son más resultas al momento de autodefinirse, los clichés en el fondo son solo eso, generalizaciones sin mayor importancia al momento de tomar decisiones como el camino profesional”.
Vínculos con Chile.
Radicada hace 6 años en Alemania, la ingeniera no tiene contemplado regresar a Chile en el mediano plazo, salvo que sea de vacaciones. Sin embargo, mantiene contacto permanente con la Escuela de Ingeniería Naval y sus profesores y se declara muy satisfecha con la formación recibida.
Recientemente visitó Valdivia, se reunió con algunos de sus excolegas y profesores y dictó una charla a estudiantes de la carrera. “La verdad estoy muy satisfecha con la formación que recibí en su momento en la universidad. Lo que más destaco de la carrera es la malla que tiene, ya que se puede equiparar sin ningún inconveniente en los contenidos a los que se cursan acá en las universidades europeas, entonces para los que planean un posgrado en el extranjero es un factor super importante a considerar”.
Finalmente, sobre sus proyecciones profesionales añade “me gustaría poder entrar al mundo Offshore acá, a alguna empresa que desarrolle proyectos de parques eólicos marinos, pensando también en el futuro y en lo que podría aportar cuando vuelva a Chile después” concluyó.