“Ojo con lo que comes” es el nombre de la campaña que organiza la Dirección de Servicios, a través de la Unidad de Control de Establecimientos de Alimentación (UCEA), y cuenta con el apoyo de la SEREMI de Salud de la Región de Los Ríos. Refiriéndose al objetivo de esta campaña, Fabiola Hernández, Jefa de la UCEA, dijo: “Esperamos sensibilizar a toda la comunidad universitaria de los Campus Isla Teja y Miraflores sobre consumo responsable de alimentos, fortaleciendo las buenas prácticas en la manipulación de alimentos para evitar riesgos para la salud e informando medidas preventivas básicas para orientar a las personas en el momento de elegir y decidir lo que van a comer”.
En ese contexto, es importante conocer conceptos tales como manipulación de alimentos, seguridad alimentaria y regularización de establecimientos alimenticios, de tal forma de visibilizar prácticas que no siempre se tienen en cuenta al momento de comprar alimentos.
En tal sentido, la Organización Mundial de la Salud es bien clara al referirse a medidas básicas para la prevención de enfermedades, a través de la alimentación. Éstas se resumen en limpiar (a través de las manos, paños y otros utensilios de cocina podemos dispersar estas bacterias y contaminar los alimentos, por lo que la higiene del proceso es fundamental); separar (los alimentos crudos pueden contener bacterias susceptibles de contaminar los alimentos cocinados o los de consumo crudo que ya estén limpios); cocer (la cocción elimina las bacterias peligrosas de los alimentos; si no se alcanza la temperatura adecuada, las bacterias sobreviven) y enfriar (algunas bacterias se multiplican muy rápidamente si la comida se conserva a temperatura ambiente).
Para tal efecto, la SEREMI de Salud de la Región de Los Ríos resguarda la salud de los consumidores fiscalizando a quienes elaboran y/o venden alimentos, con especial atención en aspectos como procedencia autorizada del que fabrica o produce ese alimento, si cuenta con cadena de frío requerida por el tipo de alimento, protección adecuada del alimento y rotulación legal del alimento envasado, según explicó la Ingeniero en Alimentos y Encargada Regional de Alimentos Sección Inocuidad de Alimentos , SEREMI de Salud Región de Los Ríos, Mónica Jaramillo.
En ese contexto, la recomendación siempre será comprar alimentos solo en lugares autorizados, ya que dichos aspectos son avalados por la “Resolución Sanitaria” que éstos deben tener para operar. Para obtenerla, la profesional de la SEREMI de Salud precisó que “los establecimientos deben contar con condiciones sanitarias de infraestructura, mobiliario, mantención, procedencia de materias primas, higiene del local y alimentos, libre de focos de insalubridad, espacio limpio y ordenado para elaborar alimentos, que se cuente con servicios higiénicos funcionales y limpios para los manipuladores, que los envases se almacenen en estanterías y protegidos de focos de insalubridad, que las materias primas e ingredientes de los alimentos sean las permitidas para consumo humano”.
En esa línea, Fabiola Hernández, Jefa de la UCEA, invitó «a todos a participar de la Campaña ‘Ojo con lo que comes’ e informarse sobre la importancia de los cuidados básicos en cuanto a higiene, manipulación, preparación y procedencia de los alimentos a fin de mejorar nuestros hábitos alimenticios y fortalecer el autocuidado, en todo momento y lugar”.
Riesgos de intoxicaciones y/o infecciones alimentarias
“Las prácticas deficientes de seguridad con los alimentos pueden causar enfermedad de origen alimentario”, sostiene Miguel Angel Flores, Profesor instructor del Master of Public Health, del Instituto de Salud Pública de la UACh. En ese sentido explica que es necesario preocuparse por las condiciones en las que estos sean preparados y la disponibilidad de los mismos en los entornos donde nos desenvolvemos. “La disponibilidad de alimentos no solo se encuentra dentro de comercios establecidos, sino que también debemos prestar atención al alimento que se ofrece en las calles, los que transportamos desde nuestras casas, o los que compramos en el comercio informal cerca de donde trabajamos o estudiamos”, dijo.
“Consumir alimentos en lugares sin los permisos correspondientes es de alto riesgo de ETA (enfermedad de transmisión alimentaria), riesgo que se tiene muchas veces por desinformación”, afirmó la Dra. Claudia Barrera, académica del Instituto de Salud Pública de la UACh. Estas enfermedades se adquieren por ingerir alimentos contaminados por bacterias, virus, parásitos o sus toxinas y se pueden manifestar como infecciones gastrointestinales o intoxicaciones, pero también como insuficiencia renal (toxina Shiga), insuficiencia hepática (virus Hepatitis A), neurotoxicidad y muerte (toxina Botulínica).
En el caso de las infecciones alimentarias –explicó la Dra. Barrera–, los síntomas más frecuentes son diarrea y fiebre, siendo los principales patógenos la bacteria salmonella, los virus Hepatitis A y Rotavirus. Mientras que las intoxicaciones alimentarias son cuadros más agudos cuyos síntomas principales son las náuseas y los vómitos. Son producidas por las toxinas de ciertas bacterianas, como es el caso de la toxina Shiga presente en las carnes poco cocidas, leche cruda y hortalizas contaminadas por material fecal, las toxinas estafilocócicas presente en mayonesas y las toxinas botulínicas presente en productos fermentados de preparación doméstica.