<p align="justify">No es el experimentado geólogo de la UACh, Dr. Mario Pino ni su equipo de científico quienes iniciaron la excavación. En esta ocasión los investigadores son un poco más jóvenes, con menos experiencia, pero con las mismas ganas de reconstruir el pasado.</p><p align="justify">9 damas y 8 varones fueron los encargados de realizar la cuidadosa tarea de extraer desde la tierra todos aquellos objetos que pudieran tener una antigüedad superior a los 12 mil años y ser considerados fósiles.</p><p align="justify">Rocas y trozos de madera fueron los principales objetos rastreados, los que posteriormente se analizaror, etiquetaron y guardaros, usando algunas de las herramientas y técnicas empleadas en importantes excavaciones, como en Monte Verde (Puerto Montt) y Pilauco (Osorno)</p><p align="justify">La cantidad de muestras o posibles fósiles encontrados bajo tierra, marcó el éxito de la actividad para los participantes, los más antiguos mostraban con complacencia sus ejemplares, mientras que una integrante de menor edad, manifestaba su insatisfacción entre lágrimas, como le ocurrió a Alejandra San Martín. Es que así se vive la paleontología a los cuatro años de edad, cuando no se puede excavar con la agilidad y agudeza de los experimentados compañeros de 10 años, que mostraron su experticia en una apasionada mañana en que la escuela rural del Trébol se impregno de ciencia.</p><p align="justify">La actividad comenzó a las 9.30 hrs., con una charla que abarcó desde el comienzo de la vida en la tierra, hasta el origen del hombre, esta parte de la actividad la dirigió Omar Recabarren, licenciado en ciencia biológica de la UACh, quien enfatizo la importancia de los hallazgos paleontológicos para comprender parte de los temas expuestos, mencionó además, algunas de las técnicas utilizadas comúnmente en paleontología. </p><p align="justify">Posteriormente comenzó la actividad práctica, donde cajas con tierra se transformaron en el más importante sitio paleontológico para los niños, aquí se pusieron de manifiesto las técnicas de excavaciones recientemente aprendidas y toda su imaginación.</p><p align="justify">La actividad que tiene como objetivo principal la valoración del patrimonio paleontológico, se desarrollo en torno al proyecto de difusión científica “30 mil años de historia en el patio de mi casa” auspiciado por EXPLORA Bío Bío, patrocinado por la Universidad Austral de Chile y dirigido por Cynthia Alarcón, periodista del equipo de difusión del Gonfoterio, quien comentó su satisfacción por la jornada y espera obtener el mismo existo en las escuelas Alabama de Máfil y Proyecto de Futuro de Paillaco, establecimientos donde se realizara próximamente la actividad.</p><p align="justify">Alarcón mencionó que los colegios fueron seleccionados por estar cercanos a lugares en los cuales se han encontrados restos de animales prehistóricos como el Gonfoterio y en donde es más importante aun, la valoración de este patrimonio.<br /></p><p align="justify"><strong>¡Yo tuve el molar de verdad!</strong></p><p align="justify">Recabarren reitero la importancia de entregar estos restos fósiles a las autoridades pertinentes para que los hagan llegar hasta la Universidad Austral o a algún museo, en donde la pieza pueda ser correctamente preservada, estudiada y admirada por el público en general. </p><p align="justify">Esta sugerencia se acentúo aun más cuando uno de los menores, al recibir la replica de un molar de Gonfoterio para el ejercicio practico, manifestó haber tenido en su poder el molar original y otras partes fósiles, pues fueron sus padres quienes encontraron hace un año los restos de un Gonfoterio en el sector del trébol distante 15 kilómetros al sur de Los Lagos.</p>