La pandemia y el confinamiento incrementaron estas situaciones obligando a las instituciones a promover iniciativas que, con una mirada integral y triestamental, brinden apoyo a estudiantes, funcionarios (as) y académicos (as) para una mejor convivencia y un buen vivir.
En un primer bloque se conoció el diagnóstico y las iniciativas desarrolladas para la comunidad estudiantil de las universidades UNAP, UBB, UA, UDA, USM, UV, UOH y UAYSEN. Hubo consenso que el Covid-19 agudizó los problemas de salud mental que se expresaron en un estrés post pandemia, lo que se agrega a la sobrecarga académica y emocional de la comunidad estudiantil. Esto obligó a las instituciones a duplicar y triplicar sus equipos de apoyo psicológico e implementar diversas iniciativas. Entre ellas mencionaron procesos de contención y acompañamiento; la implementación de sistemas virtuales y presenciales de primeros auxilios; intervenciones grupales; talleres participativos de prevención y promoción de la salud mental; formación de pares tutores y redes de apoyo; fono gratuito de ayuda para estudiantes; atención psicológica y derivación psiquiátrica en casos de riesgo, entre otros.
En un segundo bloque se presentaron los diagnósticos e iniciativas de salud mental destinadas a los funcionarios y académicos (as) de los planteles regionales. A través de la exposición de las universidades UTA, UTALCA, ULS, UFRO, UACh, ULAGOS y UMAG, se analizaron los problemas y consecuencias del aislamiento que trajo la pandemia y las complejidades del teletrabajo. Como respuesta hubo un fortalecimiento de las unidades de salud mental; creación de mesas de trabajo con amplia representación institucional; seguimiento y acompañamiento a funcionarios (as) con licencias médicas; activación de protocolos y derivación en casos críticos; trabajo flexible; charlas y talleres prácticos presenciales y virtuales para la familia; consejería sicológica; implementación de pausas activas, recesos universitarios, entre otros.
Los problemas del mundo estudiantil, de funcionarios (as) y académicos (as) plantearon la necesidad de tener una mirada integral y colectiva que, superando el foco en personas individuales, involucre a todos los estamentos de la comunidad universitaria y, permita dar respuestas asertivas que entreguen herramientas para la prevención, la contención emocional, tratamiento efectivo y acciones de seguimiento y contención emocional.
En este escenario, el objetivo último es superar los problemas de salud mental que afectan a las personas y comunidades universitarias, bajo la premisa de asegurar un quehacer estudiantil y laboral vinculado a una adecuada calidad de vida.
Finalmente las personas participantes de este encuentro, acordaron constituir una Comisión AUR de Salud Mental y Bienestar y, fijaron realizar una segunda reunión de trabajo a comienzos del mes de octubre, donde se nuevamente se profundizará el diálogo constructivo, la interacción y la retroalimentación de buenas prácticas entre las universidades regionales.
Reunión se realizó vía zoom, el 18 de agosto y fue dirigida por Cecilia Pérez, Directora de la Dirección de Servicios Estudiantiles de la Universidad de Concepción.