De acuerdo con la Superintendencia de Educación Superior (SES), si bien aún se mantiene cierta estrechez en los flujos de este año en la UACh, se ha logrado mantener la operación sin necesidad de recurrir a financiamiento externo, pero siguen presentándose meses deficitarios, en los que deben pagarse las cuotas de la deuda. Por ello la SES ha requerido que se continúe con el ajuste de costos y gastos, y que se realicen mayores esfuerzos en la implementación de medidas que permitan una mayor generación de ingresos.
La necesidad de identificar fuentes alternativas de ingresos debe ser un foco relevante para el próximo gobierno universitario, considerando que la dependencia de las fuentes tradicionales, como los aumentos de cupos o la disminución sistemática de la estructura de costos y gastos operativos, pueden generar impactos adversos en la calidad de la docencia y en los requerimientos de infraestructura, aspectos que inciden en la acreditación institucional. Otro factor a considerar es la actual discusión del Proyecto de Ley para el financiamiento público de la educación superior en Chile.
En este contexto, como candidatura proponemos,
- Evaluar la conveniencia de proponer activos mayores a fines alternativos, como predios y otras propiedades, para destinarlos al mejoramiento de la operación u obtener beneficios a través de su enajenación. El impacto de esta medida tendría efectos en los resultados financieros y en el flujo de efectivo por la potencial venta y/o por el impacto en la operación, que debe tributar al mejoramiento de la calidad y a la matrícula. Es necesario discutir en los cuerpos colegiados esta opción, establecer potenciales ventas, montos esperados de acuerdo a tasaciones que consideren las condiciones de mercado y con absoluta claridad respecto al destino de los recursos que se obtengan.
- Generar unidades de negocios que presten asesorías especializadas en el entorno local, técnico y empresarial, así como también otros servicios, como el uso de laboratorios. La UACh cuenta con los recursos humanos y de infraestructura para ello, desde el estudio de la conveniencia –en términos de rentabilidad-, hasta su implementación. El Departamento de Infraestructura y Servicios, la Oficina de Gestión de Proyectos Institucionales, el apoyo de las Sedes, Campus y Facultades son clave. Las unidades de negocios deberán funcionar con un criterio de viabilidad económica, aportando a la comunidad y considerando las tareas académicas contractuales de las personas involucradas.
- Promover la apertura de programas de educación continua, orientados a diversos segmentos y perfiles, como personas que trabajan y a la formación para adultos que demanden actualización o perfeccionamiento en coherencia con las actuales exigencias y necesidades del mercado laboral.
- Una unidad clave en la generación de flujos de efectivo relacionados con la operación es la de Servicios Financieros Estudiantiles. Es nuestro compromiso potenciar el rol que esta unidad cumple en la gestión de las cuentas por cobrar. Debemos promover la mejora de las recaudaciones y las tasas de morosidad e incobrabilidad. Aplicar iniciativas en esta línea, sobre todo en la gestión de los deudores de los programas de postgrado, impactará directamente sobre el flujo de efectivo.
Finalmente, queremos enfatizar en que la situación de las pérdidas que se han venido originando sistemáticamente y que deterioran el patrimonio e imagen de nuestra universidad debe ser abordada desde una mirada integral, para no afectar negativamente la calidad de la docencia y el quehacer académico en general, con el consecuente efecto adverso en el clima laboral, salud mental y bienestar de la comunidad universitaria.
Para ello proponemos medidas factibles, con objetivos alcanzables y con un impacto relevante para el mejoramiento continuo de nuestra institución.
Maite Castro, Candidata a Rectora UACh
Leonardo Pacheco, Instituto de Administración, Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas