Lo que empezó en 2023 con el objetivo de potenciar la composición contemporánea y local de artistas nacionales junto con la integración de Nicolás Ahumada, este 2024 se consolidó en la primera versión del Concurso Roberto Mahler que buscará, año a año, seleccionar a un compositor residente que trabajará con la Orquesta de Cámara de Valdivia.
La novedad además recayó en que en esta oportunidad, el jurado compuesto por el director artístico de la OCV, Rodolfo Fischer; Felipe Pinto, decano de la Facultad de Arquitectura y Artes UACh; René Silva, académico de la Escuela de Artes Sonoras UACh; Arturo Fuentes compositor austriaco-mexicano; Pedro García Velásquez, compositor colombiano y los músicos de la OCV, resolvió un empate técnico que dio por ganadores a Maximiliano Soto y Aníbal Vidal.
Tras la presentación de sus obras Niebla de Soto y Invocación número 1 de Vidal por la OCV, junto al director invitado Víctor Hugo Toro, ambos artistas fueron confirmados con la residencia para el 2025. En la oportunidad, sólo Aníbal Vidal estuvo presente, mientras que Maximiliano siguió la transmisión vía online desde Alemania.
“Es un honor. A nivel profesional, me atrae la posición de compositor residente de la OCV, ya que deseo desarrollar lazos duraderos con agrupaciones y músicos de Chile. Este rol representará un paso clave para aquello. Contar con la oportunidad de conocer en profundidad a los músicos, al director y al sonido particular de la orquesta me permitirá desarrollar una colaboración más significativa. Esto hará posible trabajar de manera más personalizada como compositor, adaptándome a las características únicas de la orquesta, algo que no ocurre con frecuencia”, señaló Vidal radicado hace más de seis años en Inglaterra.
“Oportunidades como esta son fundamentales no solo para nuestro desarrollo artístico como compositores, sino también para fomentar la formación de audiencias para la música nueva, un aspecto que considero crucial. Generar instancias como esta, especialmente fuera de Santiago, contribuye significativamente a la difusión de la música contemporánea chilena, permitiendo que el público comience a construir una conexión más cercana y significativa con este repertorio. Este tipo de iniciativas no solo enriquecen el panorama cultural local, sino que también ayudan a descentralizar el acceso a expresiones artísticas del siglo XXI”, añadió.
Mientras, para Maximiliano «poder trabajar con una orquesta del nivel de la OCV es un honor para poder crecer juntos y poder entrar en diálogo con nuestras audiencias. Crear nuevo arte significa ante todo ser capaces de acercarnos a aquellas heridas de nuestra memoria que se mantienen abiertas. Acercarse como audiencia a prácticas que, como la mía, han hecho de estas preguntas una forma de vivir, no es fácil, pues implica muchas veces ir a conciertos donde las piezas, al ser estrenadas, aún están experimentando”.
“Me gustaría a futuro poder regresar a Chile y apoyar a las nuevas generaciones. De momento, con mi práctica como compositor, creo poder traer desde lejos inspiración a nuestras nuevas generaciones, y gracias a la visibilidad que he tenido en el extranjero, poder aportar un granito de arena a nuestra profesión en el país”, sentenció.
En la ocasión también participó Nicolás Ahumada, compositor residente 2024, quien se refirió a esta experiencia como “increíble en varios aspectos. En lo profesional fue una oportunidad única, en lo que llevo de carrera, para mi catálogo con 5 obras nuevas y un arreglo. En ese sentido fue super intenso, de mucha búsqueda e introspección, de probar ideas nuevas, plantearme nuevos caminos estéticos, acertar y a veces fallar”.
“La residencia también me enseñó sobre la disciplina de la composición; el hecho de tener plazos y la certeza de que la música se va a interpretar, te obliga a generar un hábito de trabajo y a entender la creación como un oficio, una artesanía que se trabaja todos los días aunque el resultado no quede, y entender que la inspiración es la recompensa de trabajar todos los días. Por otra parte, pude obtener más visibilidad en el medio nacional, lo cual siempre es un camino largo y tedioso, y si bien aún queda harto por recorrer, esto ha sido una especie de catapulta”, concluyó.
Recordemos que esta instancia es inédita en Chile, siendo la Orquesta de Cámara de Valdivia la primera en abrir este espacio de residencia a compositores.
Conoce más sobre los nuevos compositores residentes de nuestra OCV 2025
Aníbal Vidal: Compositor chileno radicado en Londres. Posee un Master en Composición con Distinción y un Artist Diploma del Royal College of Music. Sus obras han sido interpretadas por ensambles orquestas y solistas de Europa, Asia y América incluidos el Ensemble Intercontemporain, Quatuor Bozzini, Britten Sinfonia, Mise-En ensemble, RCM Philharmonic, MI Orchestra, East Anglia orchestra, Divertimento ensemble, Cikada ensemble, Ensemble U, Ensamble Taller Sonoro, The Carice Singers, Synchronos ensemble, BCN216 ensemble, Ensamble Fractura, Jose Luis Urquieta y Yuko Sano.
Maximiliano Soto: Compositor chileno que realizó sus estudios con Rafael Díaz y Jorge Martínez, y en Alemania con Johannes Schöllhorn. Entre sus reconocimientos se encuentran becas como la Academia Musiktheater Heute 2024-26, Künstlerdorf Schöppingen 2024, Neustart Kultur 2022 y la Residencia Ibermúsicas 2020, así como las Master Classes de la Orquesta Sinfónica de la SWR en 2021 y 2024. Sus premios incluyen entre otros el “BUSONI” 2024 de la Academia de Artes de Berlin, IBERMÚSICAS 2023, el Ad Libitum 2022 y el Premio de Composición de la Academia Chilena de Bellas Artes 2016.