La Universidad Austral de Chile, y permítanme decir nuestra Universidad, de origen regional, creada en Valdivia por un puñado de soñadores, nace en la Isla Teja, antes del puente, cuando los estudiantes debían cruzar en bote, con frío invernal, pero con tremendas ganas de aprender y de vivir la vida universitaria del debate y confrontación de ideas. Nace una universidad auténtica e independiente y que con los años ha llegado a ser una de las más importantes universidades del país.
En el transcurso de los años han salido de las aulas la Universidad Austral de Chile miles de profesionales que han contribuido al crecimiento y desarrollo del sur y de todo el país. Meta de la universidad fundacional que se ha cumplido exitosamente. La Universidad ha generado ciencia y tecnología básica y aplicada, dejando constancia en las numerosas publicaciones y proyectos que se han llevado a cabo y que prosiguen día a día. Todo sin olvidar la vinculación con el medio, actividad que una universidad comprometida y agradecida del medio social que la circunda, no puede olvidar.
Quiero prospectar el futuro y apostar por un crecimiento aún mayor de la excelencia y calidad de todas las actividades universitarias. Hoy tenemos desafíos inmediatos como producto del manejo interno de la pandemia. Nosotros, en nuestro pequeño núcleo social, universitario y ciudadano, estamos haciendo y haremos todo lo que el deber moral y las convicciones universitarias nos indican para aminorar en el más alto grado posible el efecto de la pandemia.
Superada esta pandemia, esperamos que la Universidad pueda volver en plenitud a sus tareas esenciales con el mayor rigor y excelencia posible. Un país que cambia y se encamina hacia cotas más altas de igualdad, libertad y solidaridad, necesita de universidades pujantes y trabajadoras. En esa tarea estamos y ponemos cada día nuestro aporte intelectual y nuestra mejor voluntad.
Vaya nuestro recuerdo agradecido para el rector fundador don Eduardo Morales Miranda y a todas aquellas personas que lo secundaron en la difícil, y en aquel entonces, increíble tarea.