“Control biológico del mosquito vector del dengue con el oomiceto Leptolegnia chapmanii” fue el título de la charla presentada por el biólogo Manuel Rueda P., egresado de la Universidad Militar Nueva Granada en Colombia, investigador en el Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE), institución dependiente del CONICET y de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. La actividad, organizada por el Laboratorio de Salud de Bosques de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh, contó con el patrocinio de la Academia de Ciencias de América Latina (ACAL).
En su exposición, el Dr. Rueda Páramo explicó el origen del mosquito vector del dengue y su dispersión a nivel mundial. “Esta es una especie antrópica, estrechamente relacionada con el ser humano. Los adultos suelen vivir dentro de las viviendas, donde el clima no les afecta significativamente. Las hembras se alimentan de sangre para desarrollar los huevos, que pueden depositar en cualquier recipiente que acumule agua. En áreas urbanas, lugares como cementerios y botaderos de neumáticos son grandes focos de reproducción del mosquito”, señaló el investigador.
El investigador también resaltó la importancia de monitorear las poblaciones del mosquito mediante el uso de ovitrampas, visitas domiciliarias realizadas por personal capacitado en busca de criaderos y registros epidemiológicos emitidos por los organismos de salud gubernamentales. Entre las medidas de control, mencionó el uso tradicional de productos químicos, que, aunque inicialmente efectivos, son perjudiciales para la salud y el ambiente, además de volverse menos eficaces con el tiempo debido a la resistencia desarrollada por las poblaciones de mosquitos.
El investigador mencionó, además, medidas menos convencionales como la liberación de machos esterilizados con radiación o infectados con bacterias del género Wolbachia, estrategias que están siendo evaluadas en diversas partes del mundo.
Por otro lado, destacó la importancia de la prevención mediante la instalación de barreras físicas como mallas en los hogares; el uso de repelentes y la eliminación de criaderos.
El dengue en Chile
Chile no ha sido ajeno a la presencia del mosquito vector. En 1912, un gran brote de fiebre amarilla, causada por un virus transmitido por este mosquito, marcó la historia sanitaria del país. En 1949, el insecto se encontró desde Arica hasta Caldera. En la década de 1950, el mosquito transmisor fue erradicado gracias a una campaña liderada por la Organización Panamericana de la Salud, que utilizó el químico DDT, ahora prohibido debido a sus efectos nocivos sobre la salud y el ambiente.
Según el Dr. Rueda-Páramo, las barreras naturales de Chile —el desierto, el mar y la cordillera— han frenado la reinfestación del mosquito y la reemergencia de enfermedades asociadas, como ha ocurrido en otros países de la región en las últimas décadas. Sin embargo, en el año 2000 se registró la presencia del mosquito y la circulación del virus del dengue en Isla de Pascua. Para 2016, el insecto reapareció en el norte del país, probablemente ingresando desde países que comparten frontera.
En 2024, se detectaron 179 casos de dengue en Chile, todos en personas que contrajeron la enfermedad durante viajes fuera del país. Es importante señalar que la preocupación aumenta cuando, además de la presencia del mosquito, existe circulación activa del virus.
Hongos de interés sanitario
El Dr. Rueda Páramo también compartió detalles sobre su trabajo en el CEPAVE, donde forma parte del “Grupo de Hongos Entomopatógenos”, especializado en hongos y oomicetos para el control de insectos de interés agrícola y sanitario. En particular, habló sobre sus estudios con Leptolegnia chapmanii, un microorganismo capaz de infectar, enfermar y matar a las larvas del mosquito del dengue. Habló sobre los proyectos en los que ha participado, incluyendo el muestreo y las prospecciones realizadas en parques naturales de Argentina para identificar las zonas donde se encuentra este microorganismo entomopatógeno. Estos estudios buscan avanzar en el desarrollo de un producto biológico que permita controlar de manera ambientalmente amigable al mosquito transmisor del dengue.
Más información de la estadía del Dr. Manuel Rueda Páramo en la UACh en este enlace.