Una experiencia que amplió los horizontes de la estudiante de Ingeniería Forestal de la UACh, Valentina Rojas, fue la estadía de un mes en Kilchoan Estate (Kilmerford-Argyll), Escocia. Aquí no solo adquirió un invaluable conocimiento, sino que también descubrió una nueva cultura, practicó otro idioma y compartió con diferentes personas su amor por la naturaleza y el bosque.
Esta oportunidad se generó gracias a una beca de la Fundación Alerce 3000, la cual busca el vínculo de jóvenes con proyectos de conservación y de restauración y el contacto con una cultura diferente, proponiendo estrategias e ideas que aporten a dichos proyectos.
Todo comenzó en 2023, cuando Fundación Alerce 3000 organizó una visita de los miembros de Kew Gardens, Kilchoan Estate y The Linn Botanic Garden para conocer bosques, manejos, plantaciones, colecciones y producción de especies nativas, con énfasis en parques nacionales de Araucaria, Alerce, Reserva Vodudahue, predios Bopar, los Parques Arboretum de Puyumén y de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales. En esa oportunidad también conocieron un proyecto de propagación de híbridos roble-raulí de nuestra Facultad y el programa de propagación y viverización de CMPC, en Los Ángeles.
La delegación de Reino Unido realizó una presentación en la UACh donde compartieron experiencias, enmarcadas en un trabajo de trascendencia global en cuanto a conservación de especies. Fue aquí cuando Fundación Alerce 3000 extendió una invitación a participar en un programa de entrenamiento de manejo de colecciones y experiencias de reforestación-conservación de especies nativas de Escocia. En este lugar también se encuentran colecciones de especies nativas de Chile establecidas como un Arboretum chileno del Kilchoan Melfort Trust.
Labor en Escocia
Durante su estadía Valentina Rojas apoyó en tareas relacionadas con jardines y conoció colecciones de plantas en distintos jardines botánicos, pero principalmente se dedicó a la creación y establecimiento de parcelas permanentes en plantaciones de bosque nativo, para levantar una base de datos relacionado con el crecimiento de los árboles en distintas etapas de sucesión del bosque. En específico, las actividades realizadas en este período fueron:
-Monitoreo de Alerces del Chilean Arboretum (Sitios Seguros de RBGE)
-Monitoreo y establecimiento de parcelas permanentes en de plantaciones nativas de escocia.
-Roce y habilitación de Ulex europaeus
-Extracción, plantación (tutores y protectores de ratones) y fertilización de especies nativas (roble, abedul, avellano europeo, etc).
-Manejo de las Áreas verdes y jardines.
-Recorridos en Jardines botánicos (Benmore, Royal Botanic Garden Edinburgh, Dawick, Barrabala, Stonfield Castle).
-Extracción de tarugos de incremento para conocer la edad de árboles adultos del fundo.
-Mantención y uso de herramientas.
Para Valentina, la estadía fue una experiencia llena de aprendizaje y emociones. “Me impresionó que, a pesar de estar a miles de kilómetros de Valdivia, las especies que vi me hicieron sentir como en casa. Observé una gran cantidad de especies nativas de nuestro país, como Nothogafus, laurel, tepa, alerce, y otras que están bajo protección en jardines botánicos. Se pueden encontrar también araucarias, las que están libres de plagas y daño, como sucede acá en Chile, Me generó una sensación de que no todo está perdido. Pensar que nuestras especies nativas, sobre todo aquellas que en nuestro país están bajo algún tipo de amenaza para su sobrevivencia, están creciendo tan bien en otra parte del mundo, asegura que esa especie no dejará de existir y que se podrá re introducir gracias a estos programas”, expresó Valentina Rojas.
“Esta experiencia me permitió conocer a personas increíbles, me obligó a comunicarme en otro idioma, explorar, visualizar los entornos naturales de ese país y entender el contexto social, histórico y político que hizo que los bosques estén de la forma actual. Me permitió demostrar las habilidades que logré aprender durante estos años en mi formación universitaria, proponiendo estrategias para la creación y establecimiento de estas parcelas de monitoreo, pero, sobre todo, lo que mas destaco, fue compartir con un equipo de trabajo que está haciendo todo lo posible para restaurar ese lugar, conectando distintos ecosistemas con la investigación y la espiritualidad”.
La estudiante agradeció a la Fundación Alerce 3000 por la entrega de la beca y por “confiar en mí para ser la pionera de este proyecto del que estoy segura, seguirá vinculando a más estudiantes con estos increíbles proyectos”.