Un semestre “enriquecedor tanto personal como profesional” vivió Sebastián Vidal en Alemania, donde fue de intercambio luego de obtener una beca DAAD. La experiencia, la oportunidad de hablar distintos idiomas y conocer personas de diversas culturas la recomienda a todos los estudiantes de la UACh.
En la Universidad Técnica de Munich, específicamente en el Campus Weihestephan, ubicado en la ciudad de Freising, a 40 kilométros al norte de Munich; Sebastián cursó las asignaturas Manejo del paisaje y Biodiversidad funcional de aves y mamíferos de Europa. La primera la tomó en inglés; y la segunda en alemán. Además, antes de comenzar el semestre, el estudiante realizó un voluntariado para la ONG Bergwald projekt, encargados de la conservación y protección de los bosques en Europa.
“La posibilidad de relacionarse con personas de todo el mundo y encontrar polos de sinergia dentro de una pequeña ciudad como lo es Freising, con tan solo 45 mil habitantes, hace valorar aún más la realidad natural de donde uno proviene. Si bien en Alemania los temas ambientales están ligeramente más avanzados que en Chile, ellos tienen en su historial un proceso de devastación total del bosque para su posterior reforestación. Chile, en cambio, todavía presenta una gran cantidad de bosque nativo y ambientes prístinos, los cuales se posicionan aún más importantes para la conservación”, manifestó el estudiante.
Actualmente, Sebastián se encuentra en la última etapa de la carrera, terminando su proyecto de tesis. “Para mi proceso de estudiante, la oportunidad de haber realizado un intercambio en Alemania da el cierre necesario para una carrera que me ha mostrado muchos contraste en temas ambientales, tanto fuera como dentro del país, y gracias a eso, a la hora de ser un profesional tener un conocimiento más integral de las temáticas y realidades que se encuentran dentro del territorio nacional”.
Sebastián instó a los estudiantes de la UACh a tomar oportunidades como ésta. “Aprovechen la oportunidad de salir del país, de conocer otras realidades, otras culturas. Las opciones son muchas, solo hay que informarse, y luego seguir un proceso guiado de gran manera por la Oficina de Movilidad Estudiantil de la UACh, para posteriormente salir al extranjero”.
Agregó que “la posibilidad de estar desde el otro lado y observar con detención el propio país hace que uno le tome más cariño al territorio que habita, a su gente y, en mi caso, a la naturaleza prístina en la cual nos encontramos sumergidos”.