“Endurecimiento de suelos volcánicos y captura de carbono” fue el título de la exposición desarrollada por el Dr. Jorge Etchevers, académico del Colegio de Postgraduados (COLPOS) de México, la cual se presentó en el seminario virtual organizado por el proyecto REDES 180168.
En su exposición, el Dr. Etchevers comentó las investigaciones que han realizado en México con el objetivo de recuperar terrenos para que sea posible usarlos para el cultivo, ya que en ese país hay un déficit de terreno cultivable. “Los proyectos que hemos realizado -financiados principalmente por la Unión Europea- sobre recuperación de suelos volcánicos endurecidos particularmente en México, han sido motivados porque de toda la superficie de este país, sólo el 11% es cultivable. La población de país es de 128 millones de habitantes, por lo que el problema fundamental de México es que la relación entre tierra cultivable-población es aproximadamente de 1.16 hectáreas per cápita, lo que significa que hay un déficit de tierra cultivable y por eso la relevancia de estos proyectos”.
“Los suelos volcánicos endurecidos, llamados aquí en México tepetates, tienen un alto grado de erosión y hemos ido habilitando terrenos para cultivo. En estudios recientes, los conocimientos que hemos adquirido han permitido que podamos definir este material piroclástico endurecido por estas condiciones geológicas y edáficas en dos tipos: el tepetate tipo fragipan, que es el apto para habilitarse para la agricultura, y el tipo duripan, que es fundamentalmente apto para la construcción”, indicó el Dr. Etchevers
El académico también señaló algunas características específicas de los tepetates: “lo que les confieren a este tipo de materiales serias restricciones para el desarrollo de los cultivos. Tienen una alta densidad, baja conducción hidráulica, no retienen prácticamente nada de humedad, tienen muy baja fertilidad, tienen una escasa presencia de materia orgánica y al no haber una fuete de energía como el carbono, la vida microbiana es relativamente básica. Una de las razones fundamentales por las que nosotros estamos trabajando en poder habilitar estos suelos para la agricultura es por el gran déficit que existe de tierra de cultivos y la sobre población en México”.
En sus conclusiones, el Dr. Etchevers comentó que “es posible incorporar los tepetates a la producción agrícola, empleando leguminosas y cereales de pequeño tamaño como cultivos iniciales. La habilitación de los tepetates tiene una importancia social y previene la degradación de los suelos”.
Proyecto REDES
Esta iniciativa es desarrollada por las siguientes instituciones: el Centro de Investigación en Suelos Volcánicos (CISVo) de la Universidad Austral de Chile, la Universidad Técnica del Norte de Ecuador (UTN) y del Institut de Recherche pour le Développement (IRD) de Francia. Además, se han sumado la Agricultural University of Iceland, la Universidad de Aysén e INIA – Remehue.
Más información sobre las charlas, que se extienden hasta enero de 2021.