– Entregó interesantes antecedentes sobre este tema y aclaró que la nueva ética toma en cuenta la complejidad del mundo «glocal» (global y local).
– Manifestó que la gran desigualdad en Latinoamérica hace necesaria la sensibilidad social de las personas, considerando una ética del diálogo y del consenso para realizar una gestión diaria de los problemas, con miras al mejoramiento continuo de las organizaciones.
Una interesante reflexión ofreció el destacado filósofo francés Francois Vallaeys (de la Pontificia Universidad Católica del Perú) en el marco de las actividades conmemorativas del 52º Aniversario de la Universidad Austral de Chile. Esto a través de la charla «Responsabilidad Social Universitaria: +Nombre del Cambioà O Gran Cambio de Nombre», que se realizó el jueves 07 de agosto, de 10.30 a 11:00 horas, en el Auditorio Nº4 del Edificio Nahmías (Campus Isla Teja).
A esta ponencia asistieron altas autoridades de la UACh (el Rector Dr. Víctor Cubillos, el Vicerrector Académico Dr. Patricio Jiménez y el Prorrector Dr. Juan Omar Cofré), integrantes del Grupo de Responsabilidad Social, invitados de la Red Universidad Construye País, académicos, funcionarios y estudiantes.
Se dio a esta actividad con las palabras de la Prof. María Elena San Martín, Directora del Proyecto Mecesup UCO0303 (asociado) «Formación de Profesionales con Valores, Actitudes y Comportamientos Necesarios para Ejercer la Responsabilidad Social», quien agradeció a la universidad que haya dado la oportunidad de participar de su programa de aniversario. «Como programa de Responsabilidad Social Universitaria nos parece que éste es el regalo que la universidad ha hecho a nosotros como grupo», agregó.
Responsabilidad Social Universitaria
El destacado filósofo francés Francois Vallaeys comenzó su ponencia planteando que en las universidades de Latinoamérica existe una crisis de identidad universitaria donde la Responsabilidad Social Universitaria puede ser una salida. En ese marco destacó el nuevo rol social de las universidades a través de la formación integral de sus estudiantes.
Explicó que se sabe muy poco sobre la enseñanza ética y en su opinión es necesario trabajar el clima ético de convivencia en la «morada» común y estar atento a lo que se hace y a los valores que se vinculan a ese actuar.
En ese marco -dijo- «hay que estudiar el currículo oculto de la universidad», para lo cual es necesario preguntarse +cómo nos comportamos en la universidad? y +qué es lo que éticamente se está enseñando?
A su juicio, debido a la gran de desigualdad en Latinoamérica «no podemos darnos el lujo» de no considerar la sensibilidad social de las personas.
Vinculado a lo anterior, se refirió al concepto de «Ethos» que tiene que ver con la morada, lo habitual, lo que la gente hace normalmente.
Destacó que la universidad debe visibilizar valores y hacer gestión en relación a ellos. La idea de esto es develar las prácticas incongruentes invisibles, y la incongruencia entre lo que queremos y lo que realmente está pasando.
En su opinión, la organización debe responder por sus pretensiones e impactos, y a sus partes interesadas y afectadas.
El objeto de esto es finalmente gestionar el impacto de la institución, con el objeto de maximizar los buenos impactos y minimizar los malos. «Debe realizarse acciones de mejoramiento continuo del ethos dentro de la universidad», aseguró.
La Nueva Etica
Francois Vallaeys explicó que la nueva ética de la responsabilidad se preocupa de las acciones que se desarrollan y sus efectos secundarios y globales. En esa línea mencionó que actualmente se vive en un mundo «glocal» (global y local), donde las acciones globales tienen efectos locales y viceversa.
«La nueva ética no se centra en las buenas intenciones. Ahora se toma en cuenta de la complejidad del mundo æglocalÆ», manifestó.
Continuó precisando que ésta es una ética del diálogo y del consenso, que sirve para la gestión diaria de los problemas que se presentan y en base a las relaciones gana/gana. Todo ello con miras a la búsqueda del mejoramiento continuo, para lo cual es necesario contar con indicadores y medir impactos.
En su opinión se requieren tres habilidades: comprender intersolidaridades entre todos, comunicación transparente y argumentada, y amor al desarrollo humano sostenible.
Añadió además que las universidades tienen cuatros impactos a nivel organizacional (laboral y ambiental), educativo, cognitivo y social.
Finalmente puso en relieve la importancia de integrar en este proceso a académicos y funcionarios, ya que estos últimos entregan una educación no formal a los estudiantes y además son personas que conocen muy bien la universidad y tienen información precisa de los problemas a mejorar. Adicionalmente, destacó la importancia de ir más allá de la extensión, mirar hacia adentro y determinar +cómo la sociedad puede entrar a la universidad?