La Decana, académica e investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, se refirió a la investigación iniciada el año 2018 y que ha sido posible de realizar, gracias financiamiento del Gobierno Regional de Los Ríos y su Consejo Regional, a través de su Fondo para la Innovación para la Competitividad (FIC) y que busca validar posibles biomarcadores que ayuden a detectar población de riesgo que pueda ser rápidamente derivada a tamizaje por mamografía y/o ecografía mamaria. De esta forma se espera lograr una detección más oportuna en cáncer de mama, sobre todo en mujeres que viven en sectores rurales.
Sobre la importancia de exponer el trabajo y los alcances de este proyecto, la diputada Ana María Bravo, quien preside la Comisión de Mujeres y Equidad de Género de la Cámara, destacó que, “hemos visto la necesidad de profundizar y dar a conocer en esta Cámara de Diputadas y Diputados este proyecto de investigación que lidera la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile. Hoy tenemos diversos testimonios de mujeres que han participado en este proyecto y que de haber recibido diagnóstico temprano, hubieran podido obtener tratamientos más oportunos. Hay diversos estudios que afirman que si se pesquisa de forma temprana, 9 de cada 10 pacientes sobreviven, esto es clave, las mujeres merecen contar con todas las herramientas para detectar de forma temprana esta enfermedad que es la principal causa de muerte oncológica en mujeres en nuestro país”.
Investigación regional
A través de diversas etapas (2018-2022 y 2022-2025), el equipo de científicas/os de la Facultad de Medicina UACh en coordinación con el equipo clínico de la unidad de Patología mamaria y Anatomía Patológica del Hospital Base Valdivia, ha logrado validar una molécula en sangre que presenta diferencias entre población sana y enferma.
La investigación inició con un estudio de los niveles de tres moléculas llamadas calicreínas, que están relacionadas con el desarrollo de la enfermedad, en población de Los Ríos afectada por esta patología, mayores de 40 años.
“Esto nos permitió validar que solo una calicreína discrimina entre población sana y población enferma y tendría potencial como posible biomarcador”, explicó la Dra. Ehrenfeld.
Durante la segunda etapa se han validado estos resultados con una segunda cohorte de voluntarias, y a su vez se ha detectado la presencia de esta molécula en las biopsias de las pacientes y su asociación con algunos datos clínicos.
”El proyecto en su segunda etapa también evaluó una serie de marcadores proinflamatorios en población femenina de las distintas comunas de la región de Los Ríos, que de manera voluntaria participaron en el proyecto. Los resultados nos han permitido determinar comunas con mayor prevalencia de estos marcadores y con ello focalizar la toma de decisiones. A futuro proponemos que la pesquisa o screening de este posible biomarcador permita identificar mujeres con valores altos, que pudiesen ser derivadas oportunamente a un servicio médico para complementar con exámenes imagenológicos y otros que se requieran para confirmar y/o descartar la presencia de la patología, ya que, aunque exista presencia de una masa de aspecto tumoral por imagen, esta puede no ser un cáncer”, puntualizó la investigadora UACh.
Finalmente, con colaboración de Alemania y de la plataforma biotecnológica de las alpacas en la región de Los Ríos, han validado anticuerpos pequeños o nanobodies que detectan esta molécula. “Estos nanobodies han facilitado a la fecha el poder realizar un tipo de sistema de detección para esta molécula en sangre. Esto último es muy relevante por cuanto nos permitiría a futuro que empresas nacionales puedan desarrollar este “test de ayuda diagnóstica” con gran reproducibilidad”, añadió la Dra. Ehrenfeld.
Impulso a la investigación
Respecto de la importancia de esta iniciativa, la Dra. Pamela Ehrenfeld, remarcó: “Nuestros nanoanticuerpos de alpaca son la base del prototipo para la fabricación de un inmunoensayo que sea siempre el mismo, independiente de los que se obtienen comercialmente, a un menor costo y con mayor eficiencia. De continuar con este proyecto, la fase siguiente sería validarlo con una población mayor de mujeres y ver las posibilidades de elaboración y comercialización. Este test sería pionero en su ámbito, que permitiría en caso de sospecha, una derivación a centros especializados de forma más oportuna, como complemento anticipatorio a los exámenes respectivos como son la mamografía y la ecografía mamaria.”
Asimismo, destacó: “Nuestro mensaje es que en Chile hay grandes capacidades que deben y merecen estar al servicio de la comunidad, esta en nosotros desarrollarlas y potenciarlas. Esta investigación pretende generar un impacto a nivel de disminuir las listas de espera, optimizar los recursos en salud, favorecer la detección temprana del cáncer de mama, mejorando las opciones terapéuticas y la sobrevida libre de enfermedad, así como el bienestar de nuestras mujeres y sus familias. A las mujeres que han participado y a quienes han apoyado y trabajado por este proyecto, por este sueño, nuestra gratitud infinita.”