En el marco de las Jornadas Neurológicas Integradas del Sur – Valdivia 2011, organizadas recientemente por el Hospital Base Regional Valdivia y el Instituto de Neurociencias Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile, el Dr. Jorge Barahona de la U. del Desarrollo y Clínica Alemana de Santiago, trató acerca de una poco conocida pero grave enfermedad, la Esclerosis Múltiple (EM).
En el encuentro realizado el 07 y 08 de julio en el Hotel Villa del Río, el Dr. Barahona, quien además pertenece al Centro de Esclerosis Múltiple de la Clínica Alemana, definió a esta patología como una «enfermedad inflamatoria y desmielinizante de la sustancia blanca del sistema nervioso central (SNC)», o sea, que ataca las fibras nerviosas de la sustancia blanca disminuyendo la mielina que los envuelve, material que facilita los impulsos eléctricos del SNC. Como consecuencia de esto, los impulsos nerviosos se interrumpen periódicamente o de forma definitiva.
El experto explicó que la EM se puede dar en personas de entre los 10 a 50 años, pero con más frecuencia entre los 20 a 40 años, y que «si bien antes eran muy pocos los casos, han ido en aumento y hoy en día no son una rareza», y que en ciertas ocasiones un paciente sí puede morir de esta enfermedad.
En cuanto a su diagnóstico, resaltó que «es muy difícil de identificar, ya que no presenta un patrón definido y es diferente en cada paciente. Además, hay otras patologías muy similares que atacan la sustancia blanca que pueden llegar a confundir un diagnóstico». En este caso, aconseja a los especialistas no fiarse solamente de las imágenes de Resonancia Nuclear Magnética (RNM), sino además darle importancia al historial del paciente y al «olfato clínico».
Indicó que lo ideal es comenzar un tratamiento precoz luego de ser diagnosticada, pues “es igual a la hipertensión, se detecta y se tendrá para toda la vida. Hay que tenerle respeto, aunque tenga etapas benignas. El inicio de terapia precoz cambia el destino de las personas”.
Tratamiento Precoz
Los síntomas que se deben tomar en cuenta y que van en progresión son los sensitivos, 30% en etapa inicial y 90% en etapa final; pérdida visual 15,9% inicial, 65% etapa final; debilidad en las piernas 10% inicial, 90% final; hemiplejia (parálisis mitad lateral del cuerpo) 2% inicial, 9% final; diplopía (visión doble) 6,8% inicial, 30% final; alteración de la marcha 4,8% inicial, 50-80% final; alteración sensitiva de la cara 2,8% inicial, 10% final; vértigo 1,7- 4% inicial, 5 – 50% final; lhermitte (expansión de la fosa posterior del cerebelo) 1,8 – 3% inicial, 30% final; síntomas vesicales 1,0% inicial, 80% final.