¿Cuantas veces las ambulancias o carros de bomberos deben tratar de abrirse paso entre los automóviles, pasándose semáforos en rojo con el riesgo que ocurra algún accidente? El riesgo justifica la urgencia: hay vidas que salvar, ¿cierto? Sin embargo, puede que haya una mejor solución: ¿no sería genial que los semáforos le dieran automáticamente luz verde a los vehículos de emergencia? El problema es que el semáforo tendría que ser capaz de diferenciar estos vehículos de otros para que la gente no se aproveche. Tendría que haber, por decirlo así, un medio secreto de reconocimiento entre los vehículos de emergencia y los semáforos.
Ese fue precisamente el “desafío de ingeniería 2014” que debieron resolver los cerca de 300 estudiantes de primer año de las carreras de Bachillerato en Ciencias de la Ingeniería, Ingeniería Civil Electrónica, Informática, Obras Civiles, Mecánica, Ingeniería en Construcción e Ingeniería Naval.
Así, luego de ocho semanas de arduo trabajo, este jueves 19 a las 15:00 hrs. en el Gimnasio del Campus Miraflores, concluyó el desafío, con la competencia de los catorce mejores automóviles.
Al evento asistieron autoridades de la universidad, de la Facultad y estudiantes de distintos colegios de la ciudad quienes tuvieron la oportunidad de conocer qué es lo que hacen los alumnos que eligen carreras relacionadas con la ingeniería cuando entran a la universidad.
Vehículos inteligentes en ciudades eficientes
El académico del Instituto de Informática, Dr. Jorge Maturana explicó que les solicitaron a los mechones que hicieran un vehículo el cual debe pasar por una pista en la que hay una serie de portales que simulan ser los semáforos. A cada lado de los cinco portales hay un globo rojo y uno verde. “En la parte superior de los portales hay dos paletas, las cuales pueden estar arriba o abajo, y la combinación de ellas forma el mensaje que el semáforo/portal envía al vehículo. El vehículo conoce la clave secreta, que consiste en leer la combinación de paletas y así, al pasar por el portal deberá mover un activador hacia uno de los lados para liberar el globo correcto (el verde) lo que corresponde a una activación exitosa donde el automóvil fue capaz de leer el mensaje entregado por el semáforo”.
Si el automóvil libera un globo rojo, es una activación fallida, ya que no fue capaz de descifrar el código.
Pero no sólo eso, el avance del vehículo debe ser realizado de manera autónoma, es decir, sin intervención humana durante la operación, y utilizando sólo energía mecánica. Además les pidieron privilegiar el uso de material reciclado, para disminuir tanto los costos como el impacto sobre el medio ambiente. “Ningún plano o indicación fue entregado para hacer estas máquinas, por lo que nuestros estudiantes debieron aplicar todo el ingenio que se espera de un estudiante de ingeniería” agregó el Dr. Maturana.
La competencia
Frankestein, Aquaman, Bachimovil, La terrible Katty, Secs Machin 96, Arcaico, Kumbancha, La Silicona Mcqueen, Banana Mecánica, Bachiturro, El Coyote, Tatineitor, y la Angustia fueron las creaciones de los estudiantes que llegaron a la competencia final.
Cada uno de los automóviles fue construido con diversos materiales, como madera plástico, metal y que funcionaban con mecanismos muy distintos. Algunas con pesas, otras con sistemas hidráulicos y otras con poleas.
Luego de varias horas, donde los estudiantes mostraron su ingenio, capacidad de trabajo en equipo y conocimientos de ingeniería, los representantes de Ingeniería en Construcción lograron la prueba completa. Cruzaron los cinco portales y liberaron los cinco globos verdes adjudicándose el primer lugar con su carro de bombero denominado “El Coyote” el cual funciona con un mecanismo de torsión que al liberarlo generaba la energía suficiente para provocar el desplazamiento del móvil a lo largo de la pista.
Un Tablet fue el premio que recibió cada uno de los creadores del carro bomba, Matías Carrasco, Nicolás Muñoz, Yonathan Martínez, Camilo Aros, Orlando Mancilla y Mauricio Maureira.
Jonathan Martínez, uno de los estudiantes ganadores, contó el desafío les sirvió para aprender a ser más ingeniosos “en primera instancia con mis compañeros pensamos que era muy difícil, que no lo íbamos a lograr pero después con el paso del tiempo logramos mejorar un poco, claro que fue un proceso bien largo”.
Además destacó la importancia del trabajo en equipo: “Estoy contentísimo por haber ganado y por el grupo que me tocó también, gracias a mi equipo salió todo bien, el trabajo en grupo de mis 6 compañeros tuvo mucho que ver con este triunfo”.
El académico del Instituto de Obras Civiles y docente a cargo del equipo ganador, Prof. Pablo Vergara, destacó que al comienzo el desafío les pareció imposible, pero en el transcurso de las semanas que estuvieron trabajando, se dieron cuenta que con trabajo en equipo se puede lograr. “Increíblemente el grupo que ganó es el que tenía más problemas”.
Así también explicó que el desafío los prepara para su vida profesional “este tipo de desafíos tiene todas las etapas de un proyecto de ingeniería y que son las mismas que el día de mañana van a tener que aplicar en su vida profesional”, dijo.
Hay que destacar que en el segundo lugar hubo un empate entre el equipo de Bachillerato en Ciencias de la Ingeniería, con su automóvil “Bachiturro” y los estudiantes de Ingeniería Civil Electrónica con “Arcaico”. Por otra parte el tercer lugar fue para Ingeniería Civil e Obras Civiles con “Secs de Machin 96”.
“Estoy feliz y orgulloso que los tres primeros lugares hayan sido de alumnos míos, lo que demuestra también un poco que cuando se dan las condiciones y existe la motivación del profesor y la recepción de los alumnos se pueden lograr este tipo de cosas, que es lo que estamos buscando”, concluyó el Profesor Vergara.
Ingenieros desde primer año
Enfrentarse a problemas reales y resolver desafíos similares a los que deberán afrontar como ingenieros en un proyecto de verdad es el objetivo de este primer taller que deben aprobar los mechones durante su primer semestre.
Los profesores a cargo de esta actividad y que cada año proponen desafíos diferentes a sus nuevos estudiantes son Fabiola Ojeda, Pablo Vergara, Jorge Maturana, Mariana Villarroel, Mauricio Ruiz-Tagle, Alejandro Villegas, José Mardones, Misael Fuentes, Gonzalo Tampier y Richard Luco.
El Decano de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería, Dr. Fredy Ríos valoró la iniciativa indicando que: “El objetivo central del desafío ingeniería es poder relacionar desde muy temprano con la ingeniería a los estudiantes que ingresan a nuestra Facultad. Por esta razón se hacen estos trabajos que tienen como misión poder resolver un problema mediante una solución del ingenio, utilizando creatividad e inventiva y fomentar el trabajo en equipo y el liderazgo”.
La coordinadora de la actividad y académica del Instituto de Informática, Prof. Marianna Villarroel, comentó que cuando uno entra al mundo laboral debe ser capaz de superar todas las limitaciones para poder cumplir con el objetivo propuesto. El poner a los estudiantes frente a una situación casi imposible de resolver es para que se den cuenta que trabajando en equipo y con creatividad sí se pueden encontrar soluciones.
“En el desafío ingeniería los alumnos aprenden en la práctica, en terreno, lo que significa trabajar en equipo de manera profesional. Cuando trabajas en Ingeniería, siempre trabajas en equipo, y probablemente las relaciones interpersonales es uno de los aspectos más difíciles de resolver. Desde ya los alumnos han vivido la experiencia, viendo las cosas buenas y malas de esto”, dijo la académica.
Por otra parte destacó también que esta actividad permite premiar el esfuerzo de los estudiantes, “Los que están aquí hoy día son los que han realizado el mejor trabajo en cada carrera y es bueno destacarlo” dijo.
También, resaltó la importancia de los estudiantes de los colegio de la ciudad que asistieron a la actividad. “tenemos estudiantes de enseñanza media que vinieron a ver la actividad. Esto es muy importante ya que así pueden saber a lo que vienen el día que vengan a estudiar a nuestra Facultad. La idea es que cada vez esta actividad vaya creciendo, incorporando a nuestra comunidad y también a la comunidad externa”.
Desafíos de ingeniería, una tradición UACh
Este es el cuarto año que los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería deben enfrentar un desafío al ingresar a la Facultad.
El año 2013 por ejemplo, los mechones de ingeniería UACh debieron construir una máquina inspirada en el ejército romano específicamente en las dificultades que debió enfrentar el General Julio César el año 52 A. C. durante la batalla de Alesia.
La máquina debía ser capaz de lanzar dos proyectiles a dos blancos distintos, en un corto tiempo y con un único accionamiento por parte de un legionario romano.