Tradicionalmente, la historia de las mujeres migrantes en territorios coloniales ha sido poco abordada. Un artículo publicado en la revista Historia Crítica de la Universidad de los Andes (Colombia) por el investigador del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas de Altas Latitudes (IDEAL) y director del Doctorado en Ciencias Humanas de la Universidad Austral de Chile (UACh), Alberto Harambour, titulado “De una mujer en el mundo: indicios, colonialismo y trabajo sexual desde el África alemana a la Patagonia ovina”, reconstruye la historia de Sylvia Melchior, una joven alemana nacida en África Sudoccidental que, en 1914, fue llevada a juicio en Puerto Natales bajo acusaciones de abandono del hogar y de estar vinculada a redes de trata sexual.
A partir del registro de ese proceso judicial, la investigación aborda los sistemas coloniales y su reproducción de modelos metropolitanos, así como también desvela las limitaciones y libertades a las que las mujeres estaban expuestas en contextos coloniales, ofreciendo una visión que permite comprender el papel que ejercían en espacios tan distantes como África, bajo la ocupación alemana, y la Patagonia austral.
El Dr. Harambour explica que, sobre la historia de las mujeres en las situaciones de frontera, de colonización, se conoce muy poco. Por esta razón, el proceso judicial, donde aparece por fin la voz de una mujer en una situación aparentemente excepcional, como es el caso de Sylvia Melchior, denunciada por abandonar a su marido, ofrece varias pistas para pensar en la capacidad de buscar la autonomía económica y física, aun en sociedades muy hostiles contra las mujeres. “Como mujer migrante, madre y extranjera, en un territorio de colonización, Melchior va a convertirse en protagonista de su propia historia, una historia que, por cierto, no depende de su voluntad”, aclara.
Si bien, la posición de Melchior en la actual Namibia era más favorable que la de las mujeres indígenas por ser hija de colonos, el investigador plantea que con el tiempo terminó igualmente situada en una condición de vulnerabilidad social. Esto a pesar que generalmente se pensaba que el dominio británico sobre la India, el alemán sobre el África Occidental, o el chileno sobre Patagonia, se basan sólo en la explotación de las naciones preexistentes, o en su eliminación en algunos casos. Sin embargo, esta historia muestra que en las periferias también se reproducen las fuertes desigualdades sociales y de género propias de los centros de poder.
Por lo mismo, esta publicación invita a cuestionar las ideas dominantes y a reconocer la capacidad de elección que las mujeres ejercían en contextos coloniales. “Si uno mira a las ocupaciones disponibles para mujeres y hombres en estos espacios coloniales, de reproducción de la desigualdad feroz propia del capitalismo que de un día para otro se instala y copa las relaciones sociales, podemos comprender que todo trabajo es un trabajo sexual, en el sentido que está segregado por sexo. Ante esas determinaciones, el trabajo sexual, en el sentido de ejercicio de la prostitución, es un nicho de ingresos casi exclusivamente femenino que permite, a diferencia de casi todo otro oficio casi exclusivamente femenino, alguna independencia. Esa determinante es muy importante considerarla, en el amplio rango de sus miserias y posibilidades”, indica el Dr. Harambour.
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