En ocasiones los descubrimientos científicos son tan inesperados como sorprendentes. Este fue el caso de la obtención de un número importante de registros de comadrejita trompuda, a partir de diversos estudios que no habían sido planificados para marsupiales, sino que para carnívoros, pudúes, perros y ganado. Los registros fueron obtenidos entre 2016 y 2022 en monitoreos con cámaras trampa ejecutados por los equipos de The Nature Conservancy, CONAF y el Laboratorio de Fauna Silvestre de la UACh en la Reserva Costera Valdiviana y el Parque Nacional Alerce Costero, áreas protegidas ubicadas en las comunas de Corral y La Unión, respectivamente. El estudio publicado en la Revista Bosque (ver enlace) involucra la colaboración entre estudiantes de pre y postgrado de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales, funcionarios de CONAF y guardaparques de la Reserva Costera Valdiviana.
Si bien los primeros registros son del año 2016, la presencia de la comadrejita trompuda en aquellas imágenes fue identificada recién el año 2019, gracias al trabajo de Viviana Vásquez, en ese entonces tesista de Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales. «Mi tesis que usó los datos de monitoreo con cámaras trampa estaba enfocaba en los registros de animales domésticos (perros y ganado) al interior de la Reserva Costera Valdiviana y el Parque Nacional Alerce Costero. En ese contexto, realicé una segunda revisión como control de calidad de todas las imágenes clasificadas de los monitoreos realizados entre 2015 y 2018 como ejercicio inicial. Al revisar la carpeta donde se encontraban clasificadas las fotos identificadas como roedores en el monitoreo de la RCV de 2016, encontré la foto de la comadrejita. Al principio tuvimos dudas, ya que se veía de gran tamaño y porque el registro más al norte de captura de una comadrejita era más al sur que el que encontré (dentro del Parque Alerce Costero en la Cordillera Pelada)», explicó la profesional que actualmente se desempeña como encargada de la línea de planificación de áreas protegidas del Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile.
«Posterior a la entrega de mi tesis, continuamos con el equipo del Laboratorio de Fauna Silvestre instalando cámaras en la Reserva Costera Valdiviana y en el Parque Nacional Alerce Costero, en el contexto del apoyo que realizamos como laboratorio para el monitoreo en la Reserva Costera Valdiviana, además de otros proyectos. De este modo la comadrejita siguió apareciendo en diferentes sitios, logrando obtener 31 registros en 17 sitios entre los años 2016 y 2022», señaló Viviana Vásquez.
«Estos hallazgos son importantes porque la comadrejita trompuda es uno de los mamíferos menos conocidos de Chile. Históricamente existen pocos registros, y muy localizados, en su mayoría, en Chiloé y en el volcán Osorno. Los nuevos registros se ubican en el límite norte de su distribución, aportando un número significativo de nuevas localidades, y confirmando una distribución amplia en la Reserva Costera Valdiviana y el Parque Nacional Alerce Costero», afirmó el Dr. Eduardo Silva.
Especie vulnerable
En el estado de conservación, a nivel internacional la comadrejita trompuda está calificada como cercana a la amenaza y a nivel nacional como vulnerable. La razón por la que está clasificada como vulnerable en Chile tiene que ver con que se conocen muy pocas localidades donde la presencia de este marsupial haya sido confirmada. “Entonces este tipo de descubrimiento genera esperanzas de que la especie esté en mejor estado del que se creía y adicionalmente abre la oportunidad de poder encontrarla en otros lugares usando técnicas similares”. Las buenas noticias no paran ahí: “la zona donde se encontró la comadrejita trompuda era un sitio que hace 25 años enfrentaba niveles extremos de amenaza producto de la sustitución del bosque nativo. Hoy, en cambio, en dicha zona se emplaza el Parque Nacional Alerce Costero, que son 25 mil hectáreas; la Reserva Costera Valdiviana, con 50 mil hectáreas más; y algunas otras iniciativas de conservación privada. Es decir, en menos de 25 años pasamos de un escenario que describía muy bien la tragedia del bosque chileno a un modelo público-privado de conservación de la biodiversidad «, manifestó optimista el Prof. de la UACh.