Cabe recordar que el 12 de marzo de 2021 debe ser entregado el informe final a la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) para iniciar este cuarto proceso en el que participa la UACh.
La Universidad Austral de Chile comenzó su proceso de autoevaluación institucional para fines de acreditación institucional. Será el cuarto proceso al que se enfrenta esta casa de estudios cuya excelencia ha sido ratificada en el periodo 2004-2009 (acreditada por 5 años en 4 áreas), 2009-2015 (acreditada por 6 años en 5 áreas) y 2015-2021 (acreditada por 6 años en 5 áreas).
El inicio del proceso de autoevaluación coincide con la promulgación de la ley corta que permite saber cuál es el escenario que deberá enfrentar la Universidad, las dimensiones que se deben acreditar y bajo qué criterios y estándares. Por lo tanto, se ha dado inicio a la constitución de las comisiones que van a asumir la labor de redacción.
En ese marco, un rol clave jugará el Jefe de la Unidad de Autoevaluación y Calidad Institucional, Reinaldo Tan Becerra, quien fue presentado oficialmente a mediados de diciembre a la comunidad UACh. «Vengo de la Universidad de Chile en el área de trabajo de autoevaluación y aseguramiento de la calidad. Asumir como jefe de esta unidad es una gran responsabilidad y también un gran desafío y oportunidad. Gran responsabilidad, por lo que significa el proceso de autoevaluación institucional, y porque soy parte de la nueva Dirección de Desarrollo Estratégico que es una apuesta que está haciendo nuestra institución de potenciar sus capacidades de análisis interno, autoevaluativo, de planificación y con ello de mejora continua de la calidad de nuestra institución”.
Esto no es casualidad, ya que la Universidad cuenta con una larga trayectoria con sus procesos de planificación estratégica que han ido incorporando los aportes de las acreditaciones institucionales, “lo cual ha sido un gran logro que debo mencionar y destacar, trasparentando sus resultados, sus fortalezas, sus debilidades para la mejora continua de sus áreas y servicios”, asegura Reinaldo Tan.
A su juicio, la acreditación es una ventana clara para dar cuenta de la calidad, debilidades, oportunidades y también comprometer fundamentalmente a todos los actores de la institución con el prestigio y el valor que tiene. “Está nuestro compromiso de posibilitar ese diálogo y encuentro en pro de la mejora permanente y mantención de la excelencia que ha logrado la Universidad, lo cual es un gran desafío. No basta con llegar arriba; sino que también hay que mantenerse y mejorar. La Universidad es un referente, su posición de décadas que la ha llevado a ser líder en la zona sur austral tiene nuevos desafíos y nuevas exigencias que debemos ir respondiendo si queremos mantener esa posición».
El nuevo directivo es sociólogo egresado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con más de 15 años de experiencia laboral en el campo profesional y académico de calidad en educación superior, ciencias sociales y religión. Es Magíster en Estudios Sociales y Políticos Latinoamericanos de la Universidad Alberto Hurtado. Posee experiencia y conocimiento en procesos de acreditación de pregrado e institucional, y procesos de autoevaluación para aseguramiento de la calidad; trabajo con equipos multidisciplinarios de niveles profesionales y académicos. Además, ha sido académico y docente universitario con experiencia en pregrado y postgrado, impartiendo enseñanza de metodología de investigación para carreras de Ciencias Sociales (Psicología, Sociología y Trabajo Social) y de Educación.
“Nuestra Universidad va en buena ruta”
Este proceso coincide con la puesta en marcha de la Ley de Educación Superior y con un momento histórico bastante importante para el país.
“La Ley de Educación Superior vigente a partir de 2018 establece nuevas exigencias a la calidad de la educación superior: institutos profesionales, centros de formación técnica y universidades. En ese marco la ley profundiza lo que es aseguramiento interno de la calidad. Es uno de los grandes destacados y establece como obligatorio la acreditación institucional, cosa que no lo era, aunque suene sorprendente para nuestra realidad nacional. Nuestra Universidad va en buena ruta y la existencia de la Dirección de Desarrollo Estratégico da cuenta de ese compromiso de profundizar en aseguramiento interno de la calidad”.
“Respecto a lo que ha sido el estallido social, que ha remecido a toda nuestra nación, sacudiendo la alfombra social y poniendo en evidencia la desigualdad más dura de nuestra sociedad; éste no deja indiferente a nuestra institución. Eso lo podemos constatar en el compromiso que ha tenido la Universidad Austral de Chile en posibilitar la discusión, la revisión de la región y de la zona sur austral, desde su pertenencia de Valdivia hacia el sur y eso ha sido una gran oportunidad y creo que es relevante destacarlo”.
¿Este proceso permitirá poner en relieve que la UACh es una Universidad vinculada con su entorno?
«Es una universidad que está íntimamente conectada y el desafío es perfeccionar ese vínculo y potenciarlo desde el rol que le cabe a la Universidad, que es un rol de excelencia en la educación superior y que eso tiene impacto no solamente educativo en aquéllos que nos han elegido y son parte de nuestra comunidad, no solamente en el espacio investigativo, sino que también en el aporte que hacemos a quienes son parte de nuestro territorio».
Los diferentes estamentos también tienen expectativas del proceso de autoevaluación y posterior acreditación. ¿Ellos también tienen espacios de participación?
«La constitución de las comisiones para fines de la autoevaluación institucional recogen prácticamente la diversidad de actores de nuestra Universidad. Dicho eso también habrá espacios de consulta a los distintos actores y de discusión en esta materia, además de la presentación de los resultados que vamos obteniendo en este proceso autoevaluativo. Este proceso es de todos y de todas quienes somos actores de la Universidad y es muy importante que lo concibamos así. También queremos que se viva así. Importante no perder de vista que es un proceso de autoevaluación, no tenemos una varita mágica, pero si gracias a este proceso podemos profundizar en revisarnos crítica y constructivamente para mejorar y con ello mejorar y abrir caminos de fortalecimiento dentro de aquello que hacemos bien y de mejora en aquello que no hacemos bien o tan bien. Máxima expresión de lo recién dicho es el Plan de Mejoramiento, que contendrá el Informe de Autoevaluación Institucional».
«Son procesos que no son instantáneos pero que sí van evidenciando nuestros desafíos, aciertos y proyección como una institución seria y comprometida con sus actores y con la responsabilidad que tiene con los territorios donde estamos en la zona sur austral”.
“Los plazos se mantienen con criterio”
¿Se mantienen los plazos anunciados en diciembre del año pasado?
«Los plazos se mantienen con criterio. Hay plazos que no podemos transar, por ejemplo, la entrega del informe de autoevaluación y los documentos requeridos en marzo 2021 y para eso tenemos plazos que no podemos mover, por lo que significa el impacto para la Universidad. Esto tiene un carácter que va más allá de nosotros y debemos respetarlos y honrarlos. Hay procesos que puede que se retrasen pero la entrega sí o sí será en marzo 2021 y para eso hay hitos como la entrega de la primera versión del informe de autoevaluación en septiembre de 2020, que es la primera gran marca que tenemos».
¿Cambiaron los criterios de clasificación de las universidades?
«La ley de educación superior establece tres categorías de acreditación: básica, avanzada y de excelencia. La de excelencia está entre los 6 y 7 años. Nuestra Universidad está en esa condición de excelencia y nuestra apuesta es que mantenga y mejore su excelencia. Esa es la ruta”.
Respecto a las diferentes áreas de acreditación ¿hay algo que se pueda señalar?
«Estamos apostando y comprometiéndonos con un proceso que va más allá del proceso que nos exige como mínimo la CNA. La llamada Ley Corta de Educación Superior que hizo modificaciones a la Ley de Educación Superior define que estamos con los mismos criterios que se han operado tradicionalmente de acreditación”.
Solo para recordar a la comunidad UACh, ¿cuáles son las áreas obligatorias?
«Las condiciones mínimas: gestión institucional y docencia de pregrado. Las voluntarias, como se llama en la ley que todavía está vigente en aseguramiento de calidad en esa materia, es docencia de postgrado, investigación y vinculación con el medio. Estamos como institución en buena senda, habiendo dado pasos a la constitución de lo que es hoy la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo y Creación Artística, la Dirección de Desarrollo Estratégico, y lo que será prontamente la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio. Tenemos pasos estructurales e institucionales que van madurando y se van concretando dentro de lo que van a ser los futuros requerimientos de calidad de educación superior».
Al mismo tiempo ¿la institución se ha hecho cargo de estas observaciones realizadas en la última acreditación?
«Absolutamente. No puedes avanzar en excelencia si no te haces cargo de las debilidades del proceso anterior. Sin eso no podemos mantenernos y seguir, es parte del piso fundamental para caminar en la ruta que quiere nuestra Universidad».
Por último, ¿qué llamado haría a la comunidad universitaria?
«Claramente es una tarea que demanda más tiempo a cada una de las funciones que todos y todas tenemos dentro de la institución. En ese sentido, primero agradecer la disponibilidad para este proceso de aquellos que están en las comisiones y de quienes van a colaborar directa o indirectamente en todas las tareas requeridas. Estoy seguro que vamos a contar con ese compromiso para que esto sea posible. La acreditación institucional no es solo un proceso burocrático, un dar cuenta a la CNA de un requerimiento, sino que es una oportunidad para todos y todas de seguir construyendo una mejor universidad. Por eso no da lo mismo lo que yo haga, desde el menos visible de nuestros colegas de universidad hasta los que están representándolos en los niveles superiores de la institución”.