Con el objetivo de fortalecer el acompañamiento académico de sus estudiantes, la Universidad Austral de Chile continúa avanzando en la implementación del proyecto AUS22101, el que contempla un sistema de seguimiento a la trayectoria estudiantil y el desarrollo de un Índice de Riesgo Académico. Esta iniciativa representa un avance hacia una gestión integral del bienestar estudiantil, al permitir el monitoreo del avance curricular de las y los estudiantes, brindándoles apoyo académico y psicosocial que contribuya a su permanencia y desarrollo pleno a lo largo de su trayectoria universitaria.
Luego de un pilotaje realizado en cuatro Facultades durante 2024, el presente año se amplió la cobertura del Índice de Riesgo Académico a todas las carreras de la Universidad, lo que permitirá identificar de manera temprana a estudiantes que podrían enfrentar dificultades en su trayectoria académica. El índice se construye a partir de un análisis de diversas variables académicas, como rendimiento, carga académica, historial de inscripción, entre otros factores, con el fin de facilitar una intervención oportuna y focalizada.
Otro avance fundamental se realizó el 24 y 25 de abril con la presentación y capacitación para el uso de una nueva herramienta desarrollada en el marco del proyecto: un Módulo de Seguimiento y Derivación Compartido, alojado en el Sistema Administrativo, que busca articular de manera más efectiva el trabajo de las unidades que prestan acompañamiento con las Escuelas de Pregrado. Esta plataforma digital permite a los directores de escuela y profesionales vinculados al apoyo estudiantil visualizar la situación de estudiantes en riesgo académico y registrar, monitorear y derivar casos de manera colaborativa y sistemática, generando trazabilidad en las acciones de apoyo y promoviendo un enfoque integral del bienestar estudiantil.
El Director de la carrera de Ingeniería en Informática, Jorge Maturana, destacó la importancia de esta nueva herramienta a la hora de detectar tempranamente a los estudiantes en riesgo, “En carreras con alta matrícula, detectar oportunamente estudiantes en riesgo es difícil y suele ocurrir cuando ya es tarde. El seguimiento de los tratamientos es engorroso y consume tiempo precisamente de los profesionales más requeridos. En tiempos de crisis, donde no podemos permitirnos una burocracia que no aporte valor, un sistema que identifique casos y agilice los flujos de información es clave para apoyar decisiones en las Direcciones de Escuela.» Finalizó.
El proyecto cuenta con el compromiso de las distintas carreras de la universidad, cuyos equipos directivos han sido parte activa en el proceso de socialización y evaluación de la herramienta. Los directores de escuelas y profesionales de servicios valoraron el avance como una innovación significativa en la forma en que la universidad aborda el seguimiento a la trayectoria estudiantil, destacando el potencial del sistema para mejorar los niveles de retención, detectar a tiempo situaciones de riesgo y promover el éxito académico desde un enfoque preventivo.
Al respecto, la Directora de Pregrado de la UACh, Tatiana Victoriano señaló, “Es una responsabilidad que asumimos como institución, ya que nos permite conocer realidades que no siempre son evidentes y nos obliga a preguntarnos cómo actuar frente a las distintas necesidades de los estudiantes.
Este sistema no solo ofrece acompañamiento académico, también considera factores psicosociales como la soledad o la lejanía de su hogar. También es importante que los estudiantes asuman un rol activo, acudir cuando sean llamados, autogestionarse, usar las herramientas. No sirve de nada que los convoquemos si no participan. Esta es una oportunidad que deben tomar con responsabilidad.
Estamos con ellos, no están solos. Muchas veces los estudiantes no comparten sus dificultades ni con sus familias, y por eso esta herramienta busca generar comunidad, con actividades que promueven la vida universitaria, el bienestar y la permanencia.” Finalizó.
Este sistema se alinea con las políticas institucionales orientadas a la equidad, la inclusión y la calidad de la formación de pregrado, y responde a las necesidades detectadas por las propias comunidades académicas en cuanto a fortalecer los mecanismos de apoyo y acompañamiento.
A lo largo de los próximos meses, se continuará con la implementación gradual del sistema en todas las macrounidades, sumando a más equipos profesionales a las capacitaciones y socializaciones, y afinando el modelo de derivación entre unidades. Con ello, la UACh reafirma su compromiso con la mejora continua de sus procesos educativos y con la construcción de una universidad centrada en las trayectorias, los contextos y las necesidades reales de sus estudiantes.