Iniciativa tendrá un costo que ascenderá a los 27 millones de pesos y será dirigida por el Profesor del Instituto de Silvicultura de la UACh, Antonio Lara.
Elaborar un inventario sobre el volumen de la madera muerta de alerce existente en las comunas de Fresia y Purranque es el principal objetivo del «Proyecto Lahuén», convenio aún por ratificar entre la Universidad Austral de Chile y la Corporación Nacional Forestal (CONAF).
Esta iniciativa cuyo costo ascenderá a los 27 millones de pesos es dirigida por el Profesor del Instituto de Silvicultura de la UACh, Antonio Lara, quien trabajará junto a dos co-investigadores pertenecientes también a esta unidad universitaria: el Ingeniero Forestal René Reyes y la Bióloga Alexia Wolodarsky, y un equipo de trabajo.
Según indicó Alexia Wolodarsky, este catastro permitirá determinar la cantidad de alerce muerto existente en Fresia y Purranque, al tiempo que ayudará a saber si ésta es pre o post 1976, año en el cual se dictó el Decreto Supremo 490 que declara Monumento Natural a esta especie.
Wolodarsky explicó que el Decreto Supremo 490 consigna que deben hacerse este tipo de catastros y que además puede extraerse el alerce muerto con anterioridad al año 1976. «Si no se sabe cuánto alerce muerto hay, no puedes decir cuanto se puede extraer. Entonces se corre el riesgo de que haya gente que vaya y corte alerce, dice que estaba muerto, pero en verdad estaba vivo», agregó la especialista.
La co-investigadora sostuvo que para realizar este trabajo efectuarán análisis en el Laboratorio de Dendrocronología UACh, unidad que creó una herramienta que permite fechar con exactitud anual, inclusive estacional, cuándo un árbol murió. «Entonces, con esta técnica uno puede determinar si realmente un árbol, ya sea alerce o cualquier otra especie, fue cortado, dañado o muerto en tal año», precisó la bióloga.
Posteriormente, una vez desarrollados estos análisis se espera entregar a mediados de julio a CONAF los mapas elaborados por el Sistema de Información Geográfico (SIG) de la UACh, en los cuales aparecerán consignados los volúmenes de alerce muerto principalmente junto las áreas geográficas donde se ubican. De este modo, esta información será útil para el organismo estatal al momento de fiscalizar y otorgar permisos de extracción de este producto. «Nosotros vamos a hacer un inventario nada más. No vamos a fiscalizar ni cursar multas», puntualizó Wolodarsky.
Por otro lado, cabe destacar que se eligieron las comunas de Fresia y
Frutillar porque, según lo planteado por CONAF, éstas son las zonas en las
que existe mucho tráfico de alerce, y donde también se han otorgado la
mayor cantidad de permisos de extracción en la región.