– Esta investigación, que se efectuará entre el 2004 y el 2007, cuenta con el apoyo de la empresa Novartis, especializada en la comercialización de vacunas y otros productos para peces.
– En tanto, seestá trabajando con Salmo salar porque es la especie que más se produce en Chile.
Interesante es la apuesta del Proyecto FONDECYT 1040073 «Prolactina y sus formas menores como inmunomoduladores de la respuesta de Salmo salar, frente a patógenos bacterianos», dirigido por el académico del Instituto de Bioquímica de la Universidad Austral de Chile, Dr. Jaime Figueroa. La iniciativa, que se desarrollará entre el 2004 y el 2007, busca fortalecer el sistema inmune de esta especie a través del mejoramiento de la respuesta natural a los patógenos, principalmente bacterias.
«Este proyecto -explicó el Dr.Figueroa- propone modular el sistema inmune a través de péptidos cerebrales, hipotalámicos y/o hipofisiarios, que permitan reforzar o establecer una mayor actividad de este sistema, de manera tal que el pez tenga mejores defensas y barreras naturales, y pueda hacerse resistente a distintos patógenos».
El investigador indicó que ésta es una estrategia distinta a tratar a los peces con una vacuna determinada, la cual es específica para un patógeno pero deja indefenso al salmón contra otras enfermedades.
Para ello -dijo- están trabajando con la prolactina, una hormona de naturaleza proteica (proteína). «Hay indicios de que la prolactina al ser producida por células del sistema inmune en los peces, de alguna manera lo están regulando. Nosotros postulamos que parte de esa regulación puede estar asociada a potenciar el sistema inmune y generar un mecanismo defensivo mayor que prepare al pez ante los ataques de bacterias y otros patógenos».
En relación a esto, explicó que, a diferencia de los seres humanos, el sistema inmune específico de los peces (que produce anticuerpos contra los patógenos) tiene un grado de desarrollo menor.
Asociación con la Empresa Privada
Es importante destacar que esta investigación cuenta con el apoyo de la empresa Novartis, especializada en la comercialización de vacunas y otros productos para peces.
Durante los dos primeros años de trabajo se efectuará investigación de ciencia básica, mientras que los años restantes se harán aplicaciones en terreno, que incluye prueba con los peces.
En ese momento ya habrán definido la forma en que se administrará la prolactina a los peces. Aunque el investigador aseguró que una de las mejores alternativas es inyectarlos uno por uno, tal como se hace actualmente cuando se vacuna contra enfermedades específicas.
No obstante, un poco antes deberán purificar una gran cantidad de prolactina, que es extraída desde las cabezas de los peces faenados, lo cual permitirá utilizar una parte del producto que tiene un bajo valor comercial (actualmente se utiliza para hacer harina de pescado).
«Si nuestra hipótesis es correcta -adelantó- podría ser implementada. Con ello se disminuirá el uso de antibióticos, lo que tendrá una ventaja para los peces, el consumidor y el medio-ambiente». Todo este nuevo conocimiento además se cristalizará en publicaciones científicas de alto impacto.
Las Nuevas Enfermedades
Jaime Figueroa indicó que junto a la expansión de la actividad acuícola en Chile, han llegado patologías que antes no existían y que son propias de los cultivos masivos. A lo que se suma el problema de los peces en sí, «que inmunemente no responden bien».
Frente a esta problemática -dijo-, la industria ha tratado de desarrollar por años vacunas contra distintos patógenos. Sin embargo, «muy pocas han logrado éxito, producto de las características del sistema inmune de los peces».
El investigador sostuvo que actualmente en la Décima Región una de las enfermedades que más ataca a los salmones es la Piscirickettsia salmonis, bacteria que logra sobrevivir dentro del sistema inmune de estos peces, por lo cual se hace bastante difícil erradicarla.
El académico igualmente explicó que existen dos formas de contagio de estos patógenos que disminuyen la productividad de los cultivos. Una es la transmisión vertical, que se transfiere desde las ovas que se ha importado al resto de la población. Y la otra es la transmisión horizontal, que se produce cuando un individuo se enferma y contagia al resto de los peces que habita una jaula.
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