<p>A raíz del reciente fallecimiento del Dr. Adolfo Hube Werkmeister, primer Director del Centro de Inseminación Artificial (CIA) de la Universidad Austral de Chile y ex Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias de esa casa de estudios superiores, el Dr. Renato Gatica, académico del Instituto de Reproducción Animal de esa Facultad ha querido compartir con la comunidad universitaria una carta especialmente dedicada a quien impulsó el uso de esta biotécnica la ganadería chilena.</p><p>Titulada <strong>"La Vida con Pasión", la carta del Prof. Gatica destaca la figura del Dr. Hube (Q.E.P.D.)</strong> como un hombre <em>"</em>importante en la fundación del Centro de Inseminación Artificial (CIA), en la formación de inseminadores, de veterinarios en la especialidad, en la construcción de una red de distribución de semen en la provincia, en la región y en el país". </p><p>A continuación exponemos in extenso la carta antes mencionada:</p><p>"La Vida con Pasión</p><p>El curso normal de la existencia de todos los seres vivos lleva irremediablemente a la muerte, pero a veces ese hecho nos llena de sorpresa o de incomprensión, a pesar de la certeza de su devenir. Es lo que ha ocurrido este lunes con un hombre y veterinario singular, tal vez prematuramente de acuerdo a los índices de expectativas de vida actuales, muerto a los 75 años. En la historia de la Inseminación Artificial (IA) en Chile no podrá omitirse el nombre de Adolfo Hube Werkmeister, fue importante en la fundación del Centro de Inseminación Artificial (CIA), en la formación de inseminadores, de veterinarios en la especialidad, en la construcción de una red de distribución de semen en la provincia, en la región y en el país, condición aprovechada posteriormente, con la apertura de mercados internacionales, para la libre distribución de semen. Así el desarrollo de la IA actual en nuestra ganadería, y del incremento en su calidad genética, se debe a su gran labor pionera de organización en la difusión de la técnica.</p><p>Después de su postgrado en Alemania y su estadía como experto en Egipto volvió a su querido CIA. Con él, el CIA llegó a distribuir 210.000 dosis anuales, 3 veces lo que se distribuye actualmente, dada su favorable gestión por una parte, y ahora por la actual incontrolada invasión de la competencia extranjera.</p><p>Por la sucesión de hechos prósperos y adversos de la vida, por un lamentable error en la distribución de un semen, sin efectos sanitarios ni económicos, pero sagazmente usado por sus detractores, y por una mala defensa, debió dejar la universidad, situación felizmente corregida hace unos años al ser nombrado Padre Fundador de la Universidad Austral de Chile. Es lo que Adolfo merecía. </p><p>Adolfo Hube vivió la vida con pasión, con pasión por su trabajo. Se dedicó a su trabajo con ganas, con entusiasmo a hacer las cosas en las que creía, equivocado o no, eran y son las cosas en que creyó, que cuando se desean vehementemente y se sacrifica la vida en ellas apartan al hombre de la mediocridad. El no fue hombre de horarios de salida ni festivos si de trabajar por la IA se trataba, si era necesario entrar para lograr los objetivos de su convicción en que la técnica era necesaria e importante en el desarrollo ganadero, echaba la puerta abajo. Por esto va este recuerdo hacia Adolfo, tarde o temprano hubiese llegado otro veterinario a difundir la Inseminación Artificial, pero difícilmente hubiese llegado alguien con la pasión que Adolfo demostró por la Inseminación Artificial, su especialidad elegida. Muchas gracias Adolfo Hube por lo que fuiste.</p><p>Renato Gatica<br />Instituto de Reproducción Animal</p><p align="right">Valdivia, 28 de marzo de 2007". </p>