Ante la contingencia de una pandemia mundial, las relaciones humanas se han transformado completamente, al punto de instaurar la educación virtual, la cual ha significado un gran desafío en muchos aspectos.
Las interacciones personales se ven acotadas, casi todas nuestras vinculaciones son por redes sociales, se ha producido un aumento de situaciones de violencia simbólica, comentarios discriminatorios, sexistas, que reproducen la violencia hacia mujeres y disidencias.
La desigualdad estructural que está a la base en la violencia de género encuentra formas de redirigirse.
Hoy en día, en que la comunicación se establece por medio de grupos de WhatsApp, zoom, redes sociales, se ha dado paso al ciberacoso, lo cual es un tipo de agresión psicológica, en el que por medio de las TIC, se envían o publican mensajes, imágenes o vídeos con el deseo de molestar, insultar o degradar a otra persona.
¿Cómo se da el ciberacoso? Tiene distintas formas, opera desde publicar rumores de la víctima, incitando a otros al acoso, compartiendo fotos, mensajes o videos que avergüencen a la persona, haciéndose pasar por otra persona para decir cosas desagradables, amenazar o chantajear a alguien con la publicación de información.
Las clases virtuales no impiden que ocurran situaciones de acoso, violencia o discriminación entre estudiantes y la comunidad universitaria en sí, ejemplos comunes: se puede acosar psicológicamente mediante “ciberbullying” y se puede acosar sexualmente a alguien mediante el envío de imágenes sexuales no consentidas. En este sentido, el trato y las normas de respeto que tenemos en nuestras relaciones presenciales deben trasladarse también a nuestra comunicación virtual, y nuestros reglamentos se hacen cargo de eso.
En ese sentido, es muy relevante que los estudiantes y en general la comunidad UACh sepa que la Secretaría Ejecutiva para abordar casos de Acoso, violencia o discriminación está disponible para prestar asesoría, recibir denuncias, realizar seguimiento y derivaciones. Asimismo, las comisiones que abordan y sancionan dichas conductas, siguen sesionando ininterrumpidamente mediante videoconferencia para resolver sobre denuncias, adoptar medidas de protección y acompañamiento, responder requerimientos de denunciantes y denunciados.