Respondiendo al interés cada vez más creciente por participar y formarse integralmente, la Universidad Austral de Chile ofrece diferentes espacios de desarrollo a sus estudiantes, quienes efectivamente pueden proyectar creativamente sus múltiples voces y valores.
Es así como en los últimos años han surgido una serie de agrupaciones estudiantiles que responden a intereses diversos, que van desde la acción social hasta la protección de la fauna silvestre. Estos grupos, en algunos casos totalmente autónomos y en otros vinculados a la UACh o la Federación de Estudiantes, han ido posicionando sus temas de interés en la comunidad universitaria y local. Y con el tiempo se han transformado en familiares nombres como Chiloé Joven, PASE, Simbiosis o Taller Interactivo, entre otros.
Para Jorge Mondaca, orientador de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE), actualmente existe un ambiente democrático en el que «basta que un grupo de estudiantes con buenas intenciones y capacidad de desarrollo quiera organizarse al interior de la universidad y comenzar a realizar actividades propias, contagiando a la comunidad estudiantil».
Según Mondaca (quien ha realizado un amplio trabajo de apoyo a algunas de estas agrupaciones), este es un ejemplo de que los estudiantes desarrollan su responsabilidad social, tema que ha cobrado una gran relevancia en la sociedad chilena en el último tiempo.
A su juicio, otro punto importante es que los alumnos no sólo realizan este trabajo en función de alguna instancia universitaria, sino que también son capaces de gestionar recursos. «Ellos gestionan y aprovechan todo lo que tienen», asegura.
Al mismo tiempo describe que estos grupos responden a intereses específicos y puntuales. «Eso habla bien de nuestros estudiantes porque son capaces de determinar el área en la cual tienen los intereses comunes. Eso indica claridad social, visión; y además trae consigo algo positivo: optimiza tiempo y también recursos».
Respecto a su trabajo con algunas agrupaciones como Chiloé Joven, el profesional hace un balance bastante positivo, ya que éstas con el tiempo se han consolidado. Fue así como en un principio grupos organizados se acercaron al Departamento de Actividades Extracurriculares y Orientación de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE) para desarrollar proyectos sociales; los cuales posteriormente fueron creciendo hasta lograr postular y acceder a los beneficios que otorga el Ministerio de Educación, a través del Fondo de Desarrollo Institucional (FDI).
Forjando Nuevos Caminos
Uno de los grupos que se ha posicionado con fuerza en la UACh ha sido Chiloé Joven, el cual nació hace seis años como una inquietud de un grupo de amigos que quiso retomar el trabajo que había desarrollado una organización similar a fines de los Æ60.
Así lo señala Fernando Oyarzún, presidente de esta agrupación, quien explica que en la actualidad cuentan con más de 50 integrantes de diferentes carreras. Junto a ellos han desarrollado novedosos eventos como la celebración de la Noche de San Juan y la Minga Universitaria en Chiloé, la que se realizó con apoyo del FDI MINEDUC en el verano del 2003 y permitió desarrollar un amplio rescate del patrimonio cultural de este archipiélago.
Otra organización que ha realizado un exitoso trabajo en la UACh ha sido PASE, Agrupación Participación y Acción Social Estudiantil. Según explica su presidenta, Tatiana Cayumán, este grupo nació hace dos años con el objeto de «congregar a ese conjunto de estudiantes que estaba haciendo alguna actividad social dentro de la universidad de forma paralela».
La dirigente recuerda que la idea fue crear una agrupación mayor que tuviera más peso institucionalmente, entre los estudiantes y la comunidad valdiviana en general. Desde hace un año -indica- cuentan con personalidad jurídica, lo cual ha fortalecido a la agrupación que ha desarrollado un trabajo social principalmente en los sectores rurales cercanos a Valdivia.
En esa línea realizaron el verano del 2006 la 2da versión de los Trabajos Comunitarios en sectores rurales cercanos a Paillaco. «Quisimos trabajar en el mismo lugar que el año pasado para darle continuidad a la labor de PASE porque no podemos darnos el lujo de ser esporádicos si las necesidades de las personas no lo son».
Tatiana Cayumán señala que PASE actualmente está integrado por 40 estudiantes, quienes desarrollan un trabajo permanente en diferentes áreas como asesoría jurídica, Policlínico Móvil, Taller de Computación, entre otros.
En una línea más ambiental, la agrupación SIMBIOSIS (compuesta principalmente por estudiantes de la Facultad de Cs. Veterinarias) partió hace siete años a raíz del interés de un grupo de amigos interesados en la protección de la fauna silvestre. Lentamente el grupo comenzó a tomar fuerza hasta lograr obtener su personalidad jurídica y realizar las primeras Jornadas de Conservación y Biodiversidad.
Sin lugar a dudas ese cliché que dice «Los jóvenes no están ni ahí» cada vez pierde más vigencia en una universidad donde sus estudiantes son capaces de soñar con un mundo mejor, conquistando la libertad pero con los pies bien puestos en la tierra.