“El film de familia como mecanismo de comunicación doméstica. Propuesta metodológica de análisis y caracterización de colecciones fílmico familiares de Valdivia” es el título de la investigación que el docente desarrollará durante los próximos dos años.
Las disciplinas de las Ciencias Sociales y la Comunicación no han analizado los filmes familiares, creemos que por desconocimiento, falta de investigación e inclusive una subestimación de los alcances disciplinarios que estos dispositivos de carácter doméstico pueden tener en la producción de conocimiento, afirma Figueroa.
De los 35 proyectos seleccionados en esta convocatoria, el presentado por el académico fue calificado como el cuarto mejor de la UACh, con 97.750 puntos, y el primero de nuestra Facultad.
La investigación plantea la reivindicación de estos modos de producción de mensajes visuales, revisando sus aspectos culturales, sociales y comunicativos. Dichas producciones, de las familias Kunstmann, Gleisner, Da Bove y Schultz, son una ventana para mirar la historia reciente local, revisando no sólo qué se muestra, sino que también que no y cuál es el discurso implícito en el material.
“Este proyecto viene a formalizar académicamente una línea de investigación en la que he trabajado hace tiempo, es parte también de mi proyecto de tesis doctoral y, por supuesto, una idea para un Fondecyt en el futuro, pues considero que es un tema muy poco valorado y visibilizado, pero que tiene un tremendo potencial en nuestra Región”, asegura el docente.
Se pretende investigar el funcionamiento de este proceso de comunicación y las características que lo sitúan como representación de la relación que existe entre cultura y comunicación, ello, para determinar los patrones de quienes participan en la producción o en el consumo de estos filmes.
Resulta interesante identificar quiénes son filmados, qué temas o situaciones son las más recurrentes, cómo se organizaba la producción y el consumo, ello para elaborar una especie de mapa cartográfico del mundo que se revela en estas cintas.
«Aunque no cualquiera filmaba pues era propio de la clase media acomodada, es importante rescatar y preservar la visión de su mundo también, es común que se rescate la memoria oral y/o visual de las clases más desposeídas pero me parece que todos interpretan y se apropian de su entorno social y construyen su memoria de un modo particular», indica José Arturo.
El caso de estudio está conformado por cuatro colecciones de películas domésticas, sobre las cuáles se aplicará un marco descriptivo que permitirá sistematizar, inferir y establecer generalizaciones que permitan la elaboración de conclusiones.
Además del visionado de las cintas, el investigador se reunirá y entrevistará con familiares y/o custodios de las colecciones, ello para obtener testimonio de las fuentes primarias, aunque no sean los filmados ni quienes filmaban. Esto permite, a su vez, reconocer la historia desde los individuos y no desde las fuentes oficiales y, es así, cómo recuperamos la memoria reciente local.