El 2 de octubre se conmemoró un nuevo aniversario de la creación de la Región de Los Ríos. Este 2018 se cumplieron 11 años desde su creación. ¿Qué ha cambiado desde el 2007?, ¿Qué se mantiene?, ¿Qué nos falta? Si pudiera resumir en una frase el desafío principal de los próximos 10 años para Los Ríos, sería transformar el crecimiento en desarrollo territorial.
¿En qué hemos avanzado? El rostro de la pobreza ha cambiado, ya no tenemos aquellos altos porcentajes de hace 10 años, tenemos menos campamentos, más kilómetros de caminos y calles pavimentadas, hay mejor conectividad, se puede hablar por teléfono desde lugares remotos, hay buses subsidiados que llegan a sectores apartados, hay hospitales y postas nuevas.
¿Qué se mantiene? El anhelo de concretar la conectividad estratégica planteada desde hace más de 30 años por el comité nueva región, tales como el segundo puerto de Corral y la ruta HuaHum-Corral. La conectividad urbana de la ciudad de Valdivia también es una fotografía que probablemente se mantiene algo similar a la de 11 años atrás, tarea pendiente que hay que empujar con humildad y consenso.
¿Qué nos falta? Transformar el crecimiento en desarrollo territorial. Esto significa preguntarnos como región, por ejemplo ¿Qué haremos con la conectividad y los nuevos caminos pavimentados? ¿Qué rol asumirán las personas con ese crecimiento? Esta pregunta tiene un valor estratégico porque el crecimiento regional es distinto al desarrollo territorial. El primero significa volumen, más recursos fiscales, inversión física, mientras que el segundo se refiere al cambio cualitativo y en la calidad de vida que se produce en las personas a raíz del primero.
Una dimensión relevante del desarrollo territorial es cómo, el crecimiento y la inversión pública, van reduciendo o eliminando paulatinamente las brechas y las desigualdades sociales existentes al interior de la región, para que efectivamente dé lo mismo donde nace un hijo o hija, porque las oportunidades estarán territorialmente bien distribuidas. Desarrollo territorial también implica que los actores regionales, públicos, privados y sociales, sean capaces de articularse para enfrentar las grandes problemáticas del territorio, sin articulación los problemas complejos resultan de difícil solución.
Finalmente, la innovación territorial resulta clave para apropiarse del crecimiento de una región. Nuestra región ha crecido, pero la etapa del desarrollo territorial está en ciernes, para allá tenemos que caminar.
Ver columna de opinión publicada en el Diario Austral de Valdivia.