Al igual que el año pasado, y como una manera de reconocer el aporte que han realizado algunas obras de infraestructura al desarrollo urbano de las ciudades de Chile, la Comisión Bicentenario distinguirá a aquellas que por su impacto en la comunidad, merecen ser reconocidas como un hito urbano.
Una de estas obras representará a la Región de Los Ríos y será la Biblioteca Central de la Universidad Austral de Chile, edificio de tres pisos y 5.000 metros cuadrados que se ubica en el Campus Isla Teja, en un entorno natural de inigualable belleza.
Según indica la página web de la Comisión Bicentenario, se solicitó a cada región escogiera una obra que, desde la perspectiva local, mereciera este reconocimiento. Asimismo, a nivel central un comité evaluador distinguió a otras 15 obras.
Al conocer esta importante noticia, el Rector Dr. Víctor Cubillos destacó que “esta obra representa a la Región de Los Ríos en el marco del Bicentenario, siendo elegida como un reflejo del aporte al desarrollo regional y, por cierto, del país.” La autoridad universitaria agregó que formar parte de esta selección de las 30 obras más importantes del Bicentenario está en concordancia con el sello de vinculación con el medio que desde su fundación ha caracterizado a la UACh, lo que también ha sido reconocido en la Acreditación Institucional recientemente lograda.
Por su parte, el Director del Sistema de Bibliotecas, Luis Vera, valoró que se reconozca a este centro de apoyo para la enseñanza y la investigación de la Universidad. “Es un reconocimiento también a un edificio que alberga parte del conocimiento generado en la Universidad y donde se le da acceso a los académicos a las fuentes más importantes para realizar investigaciones y proyectos, es decir revistas de corriente principal, a las que a más del 90% se accede de manera electrónica”, dijo.
En este sentido es importante recalcar que la UACh además posee la biblioteca universitaria más grande de la zona sur, de acuerdo a la información consignada en la página web del Consejo Superior de Educación. Esta Universidad, en sus diversas bibliotecas, cuenta con 88.565 títulos y 159.828 volúmenes, a los que pueden acceder sus más de 11.000 estudiantes de pregrado –la mayoría-, postgrado y especialidades médicas y odontológicas. El plantel además posee un total de 2.989 títulos de revistas impresas suscritas (al año 2008) y 20.819 revistas suscritas en formato electrónico.
Uno de los tres edificios BID
Dos fueron los arquitectos encargados del diseño de este edificio: Hernán König y Pedro Burchard. El primero de ellos recuerda que la Biblioteca Central es uno de los tres edificios que se concretaron en el marco del proyecto BID, gestionado durante la Rectoría de William Thayer. De este modo, entre fines de los sesenta y durante los años setenta se levantaron la Biblioteca Central (“BID A”), el siniestrado edificio Emilio Pugin (“BID B”, pronto a reconstruirse sobre sus antiguas bases) y el edificio Federico Saelzer (“BID C”) que alberga a dependencias de las Facultades silvoagropecuarias, laboratorios y salas de clases.
El libro “Historia de la Universidad Austral de Chile (1954-2003)”, del Dr. Fabián Almonacid, sostiene que “en 1978 estuvieron terminados los edificios de Ciencias y la Biblioteca Central, dentro del proyecto BID-UACh”.
Hernán König destaca que esta biblioteca se hizo más grande que las necesidades que había en ese entonces, previendo el aumento de libros y de estudiantes. “El tercer piso se ocupó durante años como salas de clases con acceso independiente”, rememora.
Agrega que este edificio “está modulado de acuerdo a las estanterías de libros y las distancias entre éstas. Debido a que las fundaciones debían hacerse necesariamente más profundas que lo usual, se aprovechó de bajar el edificio entero y hacerlo rodeado de un foso inclinado de jardines”. A esto se sumó una pequeña rampa para el acceso, lo que significó que “con poco esfuerzo se podía entrar al segundo piso y aprovechar de tener el subterráneo sin gastos adicional de estructura”.
Asimismo explica que la edificación es de hormigón armado, salvo la techumbre que está construida con estructuras metálicas. Por fuera está revestido en una cerámica blanca que no necesita mantención, limpiándose sólo con la lluvia. Además, para las reparaciones y aseo de las ventanas se dejó en los dos pisos superiores un pequeño balcón corrido funcional mínimo, finaliza.