¿Cuál es el secreto que a las aves les permite volar? Fue la primera sesión de capacitación del Programa de Indagación para Primeras Edades (PIPE), y en ella participaban educadoras y técnicas en educación parvularia de Coyhaique, Aysén, Chile Chico, Villa O’Higgins, Puerto Cisnes, Río Ibáñez y Lago Verde. Las participantes armaron aviones de papel con distintos pliegues y los hacían volar para descubrir cuál llegaba más lejos ¿Serán sus alas más anchas? ¿o quizás su modelo aerodinámico inspirado en las aves? Similares preguntas surgieron antes de la creación de los aviones. Ésta es una de las actividades que forma parte de las experiencias científicas de la unidad “Inventamos por naturaleza” del manual de PIPE, donde se busca estimular la formulación de preguntas y la búsqueda de soluciones creativas, a través de la observación de la naturaleza.
El Programa PIPE, implementado en la región por el Proyecto Explora Aysén del Ministerio de Ciencia y liderado por el Campus Patagonia de la Universidad Austral de Chile, surge de observar los comportamientos de quienes hacen ciencia para identificar las habilidades necesarias que permiten desarrollar una investigación. Estas habilidades son la base del modelo de competencias propuesto por el Programa Explora, a través del cual se busca desarrollar la observación, estimular la curiosidad, indagar, reflexionar, usar el juicio crítico y ser reflexivo en la búsqueda de respuestas y soluciones a problemas. En este sentido, las actividades propuestas por PIPE son un medio para trabajar el modelo de competencias del Programa Explora.
¿Cómo promover una educación parvularia no sexista?
En un estudio de 500 evaluaciones docentes en educación parvularia se evidenció que un 50% tenían sesgo de género, y en su mayoría a favor de los hombres.
Alejandra Cortázar, psicóloga, Dra. en Educación y actual investigadora del Centro de Estudios en Primera Infancia, fue la relatora invitada a esta primera sesión para reflexionar acerca de la urgencia de impartir una educación parvularia libre sesgos y estereotipos de género.
Alejandra explicaba que entre los 0 y los 6 años los niños y las niñas tienen mayor capacidad para aprender, siendo los primeros años una etapa crítica en el desarrollo, ya que el cerebro se desarrolla más rápido que en cualquier otro minuto de la vida. En esta etapa las interacciones que establecen niños y niñas con otros y con el entorno les dan ideas de cómo funciona el mundo, por lo que el rol de las educadoras y técnicas en educación parvularia es muy importante para guiar el aprendizaje.
Durante la sesión se revisó evidencia, se analizaron ejemplos y reflexionó en torno a la importancia de eliminar los estereotipos en roles y rasgos de género en el aula y en las relaciones. La investigadora enfatizó que estos estereotipos afectan al autoconcepto, “los niños y las niñas crecen creyendo que están determinados/as por su género y las posibilidades que este conlleva” e impactan de manera importante en el logro académico y en las oportunidades de aprendizaje. “Hay evidencia desde los años 90 que las educadoras interactúan más a menudo con los niños (57%) que con las niñas (43%)”, indicó Alejandra Cortázar durante su presentación.
Marisol Barría, Directora del Proyecto Explora Aysén, señaló: “Este año a través de esta capacitación esperamos entregar las herramientas metodológicas a las educadoras, para implementar las experiencias científicas del Manual de PIPE, que son parte del Programa de Indagación para Primeras Edades con más de 30 actividades para ciencias naturales, sociales y tecnología, todas ellas con un marco motivador y conceptual, adaptaciones curriculares para los distintos niveles y orientaciones didácticas para su implementación, con esta capacitación buscamos hacer una contribución a la educación en ciencias en la primera infancia”.