* Se espera que esta cinta sea exhibida a mediados del 2007 (entre junio y julio), para la próxima visita de la pianista a Valdivia.
A principios de los noventa una pianista yugoslava se refugia en Isla de Pascua junto a su piano, y le enseña a Mahani Teave, niña rapa nui de 9 años. Ella, con cuatro meses de estudio, deslumbra con sus interpretaciones al pianista Roberto Bravo. Es así como Mahani viaja a Valdivia a estudiar en el Conservatorio de Música de la Universidad Austral de Chile y, en menos de una década, se convierte en pianista profesional.
Con el pasar del tiempo sufre cada vez con mayor fuerza el desarraigo, producto de los años sin regresar a Rapa Nui. Pero a medida que lo va haciendo va descubriendo su amor por la isla, lo que por un tiempo será incompatible con lo que siente por el piano.
Esta es la sinopsis del documental «De Regreso a Rapa Nui», que se encuentra preparando Adrián Silva, joven director y antropólogo que trabaja en la Oficina Antropología Audiovisual de la Dirección Museológica, Universidad Austral de Chile
Silva asegura que «la historia de Mahani refleja que su espíritu de entrega y dedicación es la manera correcta de hacerlo, y el documental espera pueda contribuir a descubrir y potenciar nuevos talentos».
El antropólogo (que también participa en el Festival Internacional de Cine de Valdivia con la cinta «1960. Eterno Retorno») agrega que «la idea es que los padres y los niños que vean este documental perciban y se den cuenta que cuando alguien tiene ciertas capacidades hay que potenciarlas».
Cabe señalar que el realizador vivió el año 1998 en Isla de Pascua con un proyecto de guión documental participativo, y que el año pasado acompañó y colaboró con Luis Barrie, ingeniero acústico especialista en paisaje sonoro, con un proyecto documental sonoro www.haumaka.cl
Una Historia de Perseverancia
El documentalista cuenta que en los años Æ90 Roberto Bravo tenía el deseo de dar un concierto en Isla de Pascua pero no encontraba a alguna persona o institución que auspiciara esta empresa. Finalmente la motivación para ir a tocar a esta isla fue una carta que le envió la niña Mahani Teave, a sus nueve años.
Bravo se deslumbró con Mahaní Teave, por lo cual la fundación que lleva su nombre decidió becarla para que se estudie en el Conservatorio de Música UACh en Valdivia, con la profesora Ximena Cabello.
Fue precisamente durante la fiesta de Navidad cuando Mahani llegó a Valdivia junto a su hermana y su madre. A juicio de Silva, ésta es una fecha muy simbólica porque es ahí cuando parte el desarraigo de la joven pianista.
Posteriormente, Teave siguió destacándose, finalizando su carrera en menos tiempo (en 9 y no en 12 años). «Por lo tanto, cuando salió del colegio, a los 18 años, ya tenía su título profesional, convirtiéndose en la primera intérprete musical mención piano del Conservatorio de Música de la Universidad Austral».
Luego, ella conoció a discípulos del pianista armenio Sergei Babayan y decidió estudiar un Magíster en Estados Unidos en el Conservatorio de Cleveland (Ohio, Estados Unidos), en la cátedra de piano de este artista y profesor.
El realizador explica que, en un comienzo, no fue fácil para Mahani conseguir una beca. Pero después de tocar diversas puertas fue becada por Kodak.
«Cuando llegó a Estados Unidos ella tuvo que trabajar en una verdulería -indicó-.
Después tuvo que trabajar en un restaurant».
Sin embargo, Mahani logró su objetivo, terminó su magíster y también en el transcurso de su postgrado ganó la beca Presidente de la República.
Silva reconoce que, aunque pueda parecer prematuro hacer un documental de Mahani a sus 23 años, «para mí es importante porque, a medida que ella va creciendo, va redescubriendo este amor que tiene por la isla, por su cultura».
No obstante -dice- ella se da cuenta que por un buen tiempo no va a ser compatible el piano con la isla. Entonces su objetivo es lograr ser una muy buena pianista y algún día regresar a Isla de Pascua. «Yo la veo en un futuro dirigiendo la orquesta juvenil que ya se formó en esta isla», agrega.
En Búsqueda Nuevos Recursos
El joven documentalista explica que aún falta gestionar nuevos recursos para registrar el paso de Mahani en Valdivia, para lo cual esperan entrevistar a su maestra Ximena Cabello, a su madre, a una amiga y a un niño que es alumno actual de Cabello.
«Quiero mostrar que esto es un ciclo donde unos terminan y otros comienzan», asegura. De hecho, en el documental se muestra que hay dos niños aprendiendo a tocar piano, uno en Isla de Pascua y otro en Valdivia.
Actualmente un productor ejecutivo trabaja con Adrián Silva en búsqueda de recursos para terminar el rodaje. «Consideramos que los recursos deberían ser valdivianos, locales, para contar la historia local de Mahani». En caso de que esto no resulte, postularán al Fondo Audiovisual entregado por el gobierno.
Consultas, informaciones y aportes: Adrián Silva Oficina Antropología Audiovisual Dirección Museológica UACh, Fono: 63-212872