El Consejo de Rectoras y Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH) reprueba categóricamente el cierre arbitrario de la Universidad Centroamericana de Nicaragua (UCA), a la vez que manifiesta su solidaridad con la comunidad de más de 6 mil estudiantes, 550 académicos/as, y cientos de personas en cargos administrativos afectada por esta situación.
El Consejo Nacional de Universidades de Nicaragua canceló la autorización de funcionamiento de la UCA, a lo que se sumó la ocupación del Campus, la incautación de sus bienes y la eliminación de la UCA del sistema de financiamiento estatal de educación superior. Posteriormente, el mencionado Consejo anunció que la UCA sería reemplazada por la Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro, procediendo a instalar nuevas autoridades.
En opinión del CRUCH, las acciones ejercidas respecto de la UCA constituyen una acción que lesiona las concepciones fundamentales de la educación superior referidas a la libertad académica y a la autonomía universitaria. Por lo demás, estos hechos contravienen los principios adoptados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, al alero del Pacto de San José de Costa Rica de 1978, que ha sido reconocido por más de 20 países, entre los que se encuentran Chile y Nicaragua.
La democracia, el pluralismo y la diversidad de pensamiento son elementos esenciales de la sociedad, que tienen su expresión natural en el ambiente universitario. Por consiguiente, este Consejo de Rectoras y Rectores hace un llamado a la comunidad internacional para estar alerta y unirse en defensa de la libertad académica, la autonomía universitaria y los derechos humanos, en Nicaragua y en todo el mundo.