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Varias generaciones de madres, padres, alumnos(as) y ex alumnos(as) se dieron cita para rendir un homenaje a una de las personas más significativas con las que han tenido contacto al interior de nuestra Universidad, según manifestaron muchos (as) de los (as) presentes en la ceremonia.
Verónica Uribe Ulloa, conocida como la tía Vero, ingresó un 05 de febrero de 1979 a la Universidad Austral de Chile, desempeñándose por más de 35 años como educadora de la Sala Cuna de nuestra casa de estudios.
Su despedida fue una jornada llena de sorpresas, reconocimiento y amor que se expresaron entre lágrimas, cánticos, regalos y abrazos a la educadora que ejerció el rol de madre de tantas generaciones.
La tía Verónica fue reconocida por formar a 1250 niños y niñas en la Sala Cuna UACh. Éste fue el foco central de su trabajo, siempre poniendo énfasis en el bien superior de los pequeños (as) ante toda situación. Estableció el uso de una metodología de educación donde sus alumnos (as) se transformaron en los propios gestores de sus aprendizajes y en este sentido logró conformar con el paso del tiempo un equipo de trabajo capacitado para continuar con este legado.
Liderazgo y perseverancia
En la oportunidad, en representación de nuestra casa de estudios la Rectora (S), Dra. Carola Otth Lagunas, compartió algunas palabras con el público presente: “Quiero aprovechar esta instancia para manifestar mi eterno agradecimiento a la querida tía Vero y a todas las tías que le han acompañado en esta linda labor de apoyarnos como madres y trabajadoras en el cuidado de nuestros hijos”.
«Como autoridad de esta institución quiero destacar su liderazgo, perseverancia y entrega para llevar adelante el proyecto de la nueva sala cuna. Esta iniciativa se concretó el año recién pasado con una infraestructura que cumple con todos los estándares de calidad necesarios, constituyéndose como la primera sala cuna sustentable del país”, agregó.
“Sin embargo, esa edificación no serviría de ninguna utilidad ni efectividad, sin la participación de las queridas tías, quienes con dedicación y cariño lograron concretar este proyecto, beneficiando a muchas mujeres y familias de nuestra institución. Sin duda, un aporte importante para seguir avanzando en equidad de género, acompañando a las madres trabajadoras”, declaró la Rectora (S).
“Soy una eterna agradecida con ella. Realmente sin el apoyo de la sala cuna de nuestra institución no habría alcanzado los logros académicos y profesionales que todas nos proponemos. Sobre todo en esas etapas en las que me tocó viajar fuera de Valdivia y fuera de Chile, donde mis hijos quedaron en las mejores manos. Deseo agradecer a las organizadoras de este homenaje, quienes con tanto esmero y dedicación crearon esta instancia, en la que podemos expresar nuestro cariño a nuestra querida tía Vero», finalizó.
Agradecimientos
Por su parte, la homenajeada expresó su sorpresa y agradecimiento por tantas muestras de cariño. “Solo me queda decirles ¡muchísimas gracias! He sido bendecida por la oportunidad de dedicar mi vida a los niños. Solo puedo agradecer la confianza que la Universidad Austral de Chile me ha dado y permitió realizarme como educadora. Agradecer la confianza que todos ustedes han puesto en dejar a sus hijas e hijos con nosotras”.
“No tengo palabras para expresar todo lo que siento en este momento. Todas estas manifestaciones de cariño, cuando he sido tan feliz desempeñando esta labor… Soy yo la que debo agradecer por lo feliz que he sido en mi trabajo. Realmente me siento muy valorada como educadora en esta Universidad, porque me permitieron implementar una metodología de trabajo centrada en un proceso de educación para los niños(as) desde sus inicios, método que aún no es reconocido en el sistema por considerar que son muy pequeños para ser educados”, puntualizó la educadora.
Más de 40 años de trayectoria
A su vez, la Jefa del Servicio de Bienestar del Personal, María Bernarda Silva, señaló: “Verónica, con 40 años en esta Universidad, formó a más de mil cien personas que llegaron a sus manos siendo bebés. Antes desde los tres meses y hoy en día desde los seis meses de edad se atiende en la sala cuna. Su aporte, dedicación, cariño y amor que le ha entregado a cada una de estas personas es invaluable”.
“No hay una forma de medir ni demostrar el valor que tiene su aporte a nuestra Universidad porque es inmenso, en términos de educación, cuidado, contención y apoyo para las familias. Junto al equipo de colaboradoras que ella tiene, que hoy en día son muchas más, ya que, tras la inauguración del nuevo edificio, son más lactantes los que hemos podido recibir. Hoy se vive un momento muy especial porque se está cerrando un ciclo, donde Verónica puso su sello personal a la educación parvularia que entregó junto a su equipo de trabajo”, añadió María Bernarda Silva.
“El recuerdo de Verónica va a permanecer en todos los los miembros de la comunidad de la Sala Cuna UACh. En lo personal no tengo palabras para agradecer toda la entrega, el apoyo, la colaboración incondicional que ella ha prestado a nuestro equipo en beneficio de las madres trabajadoras de la Universidad Austral de Chile”, puntualizó la Jefa del Servicio de Bienestar.
Testimonios de madres y apoderadas
Pamela Raddatz, ex apoderada de Sala Cuna UACh y Coordinadora Unidad Vinculación con Egresados, señaló que «la principal razón por la cual hemos organizado este homenaje para la tía Vero es porque sentimos un inmenso agradecimiento. Ella lideraba el equipo que cuida lo más importante que podemos tener las mamás y nuestras familias: son los niños(as)”.
“La tía Vero no solo cuidaba de los niños(as) sino que también te cuidaba a ti como mamá. La contención recibida como madre primeriza es algo que se agradece para toda la vida y creo que todas las mamás que hemos pasado por la Sala Cuna UACh tenemos sentimientos muy parecidos en relación con la tía Vero y no podíamos dejar que se vaya sin hacerle nada… Ella sembró tanto amor, tanto cariño, tanta dedicación a todo, que lo mínimo que podíamos hacer es agradecerle y hacerle un homenaje”, dijo.
Cindy Retamal, administrativa de la Orquesta de Cámara de Valdivia y apoderada de Sala Cuna UACh, indicó: “Para mí ha sido increíble el apoyo de las tías de la Sala Cuna porque sin ellas yo no habría podido trabajar tranquila ni desarrollarme profesionalmente. Además porque me tocó estar sola, entonces confiar en ellas es imprescindible. Ellas están súper comprometidas con su trabajo y me da pena que la tía Vero se vaya, pero en realidad organizamos este homenaje para que ella se sienta querida, ya que ella nos hace sentir siempre queridas a nosotras y apoyadas, entonces ése es el fin de esta ceremonia”.
“Me gustaría decirle que es un ser excepcional, que encontré en ella a una persona cercana, muy amable, muy amorosa, que está siempre pendiente de los niños(as), que al comunicarnos cualquier cosa que tenga que ver con ellos lo hace con un lenguaje apropiado que no te asusta. Entonces, eso es súper importante para nosotros como papás”, describió la apoderada.
A su vez, Patricia Ceverio, apoderada y exalumna de la Sala Cuna Universidad Austral de Chile, y Ejecutiva de Gestión de la Unidad de Análisis Institucional UACh, compartió su experiencia con los asistentes: “La tía Vero cumplía la función de la mamá, contenía a las mamás primerizas que llegaban llorando porque tenían que dejar a sus hijos. Además, la tía tiene la capacidad de contenerte a ti y al bebé. Eso no pasa en todas partes. La tía representa un conjunto de valores que espero se puedan mantener”.
“Yo creo que si ella no hubiese estado en Sala Cuna yo no habría podido trabajar tan bien como lo he hecho. Ella nos entregaba la tranquilidad para poder ir a trabajar, sabiendo que al dejar a tu hijo en sus manos no le pasaría algo malo”, señaló la apoderada.
Su esposo
A su vez, la Directora homenajeada fue acompañada por su esposo, Carlos Arenas Soto, quien visiblemente emocionado compartió sus percepciones sobre esta ceremonia: “Fue impresionante lo que vivimos hoy día porque en esta pequeña ceremonia me doy cuenta del amor que le tienen a Verónica, el un tremendo logro profesional. Aspectos que no logré dimensionar entre sus comentarios en casa de aquellos logros del día a día”.
Para mí, agregó Carlos Arenas, «ésta fue una ceremonia llena de amor, me emocioné desde que entré a la sala y mientras la esperábamos estuve todo el rato emocionado. A uno comúnmente no se le caen las lágrimas, pero en realidad cada cosa que sucedió me llegó al fondo del corazón… Pocas veces se ven ceremonias de este tipo: cada testimonio de padres, madres, ex alumnos, la recopilación de recuerdos, toda la evidencia de estos 40 años de trabajo de un equipo y de todo lo que ella entregó a esta Universidad. Me siento muy orgulloso de Verónica”.
Sentimientos encontrados de amor y tristeza de su equipo
Gabriela Toro, asistente de párvulos de la Sala Cuna Universidad Austral de Chile, expresó: “Tengo muchos sentimientos encontrados y mucha tristeza porque nos deja una educadora maravillosa que durante los 40 años que prestó sus servicios a la Universidad Austral de Chile dejó lo mejor de ella: su visión, su vocación es un legado que nosotras, sus tías, vamos a mantener. Tristeza también porque se va una gran persona, una gran mujer, una gran educadora y una gran tía».
Ilse Gallardo, asistente de párvulos en Sala Cuna UACh, agradeció que «me haya tocado trabajar junto a ella, pues de todos los años y lugares en los que me he desempeñado a lo largo de mi experiencia laboral aquí conocí a una educadora de tomo y lomo, una profesional que maneja a cabalidad todos los temas relacionados con su función. Me sorprendía la tía Vero porque sabe de todo y me enseñó muchas cosas. Me impactó desde el primer momento que comencé a trabajar en la sala cuna de nuestra Universidad”.
Rosa Tejeda, manipuladora de alimentos de Sala Cuna UACh, señaló: “Todo lo que yo he vivido al lado de la tía Vero ha sido positivo, su trato amable y con respeto, he aprendido mucho, me he desarrollado como persona y como tía. He sentido que en la sala cuna somos todas iguales, no hay diferencias, somos todas tías, todos los niños y niñas son nuestros sobrinos(as), somos una sola familia laboral. La tía Vero no se comportaba como una jefa-jefa, sino que nos trataba a todas como personas, a todas por igual, nos ayudó a transformarnos en un equipo capaz de remar todas para el mismo lado y al mismo tiempo».
Exalumna
María Alejandra Rojas Mendoza, Directora del Jardín Infantil Universidad Austral de Chile, manifestó que “es la despedida de una persona que ha sido muy cercana a mí, la conozco de hace mucho tiempo, desde que tenía tres años aproximadamente. Para mí fue una persona que fue entre mamá y una persona que me miraba a los ojos con mucho cariño y yo me sentía muy segura”.
“Luego, la volví a encontrar ya titulada, cuando entré a trabajar al jardín como educadora y de ahí ha sido un gran ejemplo como profesional y como persona hasta hoy que soy Directora del Jardín Infantil UACh. Es una gran mujer, no olvidaré sus consejos y le diría que espero que siempre se le recuerde como la gran educadora que es, la mejor en todo Valdivia y como uno de los pilares de nuestra Universidad”, dijo.
Saludos, testimonios, canciones, sorpresas y abrazos sellaron 40 años de trayectoria de la educadora que formó desde los primeros meses a cientos de nuevas vidas que crecieron en la Universidad Austral de Chile