Una intensa jornada de trabajo donde se explicó en detalle el contexto, los objetivos y los avances del proyecto FIC 21-07 “Desarrollo y Escalamiento Tecnológico de Híbridos de Roble x Raulí”, fue la que desarrollaron los equipos de la UACh, la Corporación Regional de Desarrollo Productivo y la Corporación Nacional Forestal.
La iniciativa, financiada por el Gobierno Regional y su Consejo a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC), mandatada por la Corporación Regional de Desarrollo Productivo de Los Ríos y ejecutada desde la UACh, responde a la urgente necesidad de diversificar las opciones forestales en nuestro país.
El equipo a cargo del proyecto está liderado por el académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales, Dr. Fernando Droppelmann, junto a profesionales que trabajan intensamente en el desarrollo de híbridos de las especies nativas roble y raulí, con la finalidad de producir una variedad cuyo resultado es la combinación de los mejores atributos de cada especie.
La jornada comenzó en la sala Federico Saelzer de la UACh, oportunidad en la que Alejandra Pugin, ejecutiva a cargo de la iniciativa por parte de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo, señaló que “este proyecto es de gran relevancia para el Gobierno Regional y nuestro interés es que todo este trabajo que lleva ya cinco años, pueda mantenerse en el tiempo, dado su aportes a la conservación de la biodiversidad, en la mitigación y adaptación al cambio climático, la sostenibilidad forestal, entre otros ámbitos”.
Por su parte Pamela Moreno, ingeniera forestal de CONAF, contraparte del proyecto, expresó que “tenemos mucha demanda de plantas, pero los viveros son insuficientes. Muchas veces no tenemos plantas de calidad y este proyecto nos permite producir híbridos, que es una opción para contar con una planta de calidad viable y así, cuando se las facilitemos a los propietarios, existirá la seguridad de que es una planta con buenos atributos que se convertirá en un árbol y va a poder obtener productos en forma más rápida que una planta de crecimiento normal en un vivero”.
La especie roble-raulí
El Prof. Fernando Droppelmann explicó que este proyecto surge en el contexto de la necesidad de contar con plantas a un precio razonable, pero también de un deseo permanente de diversificación de la oferta de especies forestales con potencial comercial.
Además, el proyecto nace en un contexto donde los bosques nativos han sufrido un progresivo deterioro afectando su valor y donde la Ley 20.283 de Recuperación de bosque nativo y Fomento Forestal exige contar con plantas de buena calidad genética para un resultado efectivo; así es que toma fuerza la idea de cruzar especies para obtener los mejores atributos de ambas especies. Es muy importante aclarar que estas especies hibridan naturalmente, por lo que no es extraño encontrar en viveros esta variedad de híbrido de roble x raulí.
“Ya lo había descrito el Prof. Claudio Donoso en 1990, cuando señaló que las posibilidades de lograr híbridos que, manteniendo las características madereras de raulí, sean capaces de desarrollar en una mayor variedad de ambientes son promisorias”, comentó el Dr. Droppelmann. El investigador explica que “el roble posee una distribución mucho más amplia y una buena tasa de crecimiento; el raulí en cambio, cuenta con ventajas en el aspecto sanitario y su madera es excepcional, tiene mejor rendimiento en fábrica que el roble”, afirmó.
El académico dio algunos ejemplos de híbridos exitosos en el mundo, como urogandis, resultado de la cruza entre Eucalyptus urophylla y Eucalyptus grandis, y que se encuentra en Brasil, Colombia y Argentina. En nuestro país se puede mencionar a GLoNi, un híbrido de Eucalyptus globulus y Eucalyptus nitens. Un objetivo importante es que estos híbridos pueden contribuir a mitigar los efectos del cambio climático y mejoren la resiliencia de los ecosistemas productivos.
Durante la presentación, el investigador y estudiante de magíster Cristopher Fernández se refirió al Plan de establecimiento de rodales demostrativos para manejo y explicó el estudio de mercado donde se analizó la superficie disponible con potencial productivo, la que estimaron en 167.317 hectáreas, considerando porcentajes diferenciales por región.
Además, indicó que se realizó una encuesta a viveros desde las regiones del Maule a Los Lagos, entre cuyos resultados se destaca que el 72,2% estaría dispuesto a producir estas plantas.
La actividad continuó en el Centro de Desarrollo Genético y Propagación de Especies Nativas donde -a través de la Técnico Forestal Sra. Angélica Tocol- se pudo conocer in situ el proceso donde se desarrollan y el sistema de propagación vegetativa.
Más tarde en el Predio Trafún, cercanías de Panguipulli, se visitó un ensayo clonal 3,5 años en que se encuentran árboles que llegan a los 5 metros de altura. Es decir, aquí se ha podido verificar que disponiendo de buen material genético y buena silvicultura se pueden lograr resultados sorprendentes.
El académico de la UACh recalcó que es muy importante que este proyecto mantenga su continuidad y que se desarrolle un programa de desarrollo a largo plazo para lograr una opción operativa nativa real y a gran escala. “Para obtener buenos resultados necesitas probar y para optimizarlo se necesita financiamiento. La única posibilidad de adaptarse al cambio climático por el que atravesamos es tener variabilidad”, afirmó.
Finalmente, mencionar que en la jornada participaron funcionarios de CONAF de Valdivia, Ranco, Panguipulli, Río Bueno, San José de la Mariquina, La Unión y Futrono.