Durante agosto se realizó el conversatorio de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Santiago de Chile (USACh), denominado “Ingeniería y sociedad: una mirada crítica de la tecnología para el análisis de la crisis sistémica en los actuales modelos de desarrollo”, que contó con la participación de la Dra. María Teresa Santander, directora y moderadora en esta instancia, junto al Dr. Alejandro Ochoa, académico e Ingeniero de Sistemas, y el Dr. Claudio Herrera, antropólogo e investigador asociado del Centro de Integración de Ingeniería y Sociedad, ambos de la Universidad Austral de Chile (UACh).
Sin duda, esta invitación es importante, desde el punto de vista de la vinculación con otras instituciones de educación superior, así lo destacó el Dr. Claudio Herrera, docente del Campus Patagonia de la UACh: “La importancia radica en la posibilidad de visibilizar la posición que tienen algunos de sus académicos con instituciones de primer nivel (a nivel nacional) y con ello generar posibles y/o futuras posibilidades de cooperación (en ámbitos tales como transiciones socioenergéticas, educacionales, etc.), entre las instituciones, considerando que desde la USACh existe predisposición para ello”.
La posición de la Universidad en términos de pregrado es importante y, con actividades como ésta, se refuerza mayormente la presencia en ámbitos de investigación, principalmente en lo que es investigación situada y vinculada con problemáticas locales, que se suma a lo que el Campus Patagonia realiza en nuestro entorno, señaló el docente de la UACh.
El Dr. Claudio Herrera complementó el aspecto ingenieril con su pericia antropológica. Su exposición se llevó a cabo en representación del trabajo que realiza actualmente con la Dra. María Teresa Santander, que se titula “Tecnología: una comprensión situada e intencional”.
El especialista planteó la posibilidad de entender las identidades de la tecnología. Para ello, intentó dilucidar el fenómeno tecnológico más allá de la materialidad, a través del concepto “estrato común”, referido al contexto a partir del cual se puede hacer un análisis. Bajo esta óptica, es posible revelar ideas y sensibilidades que tienen las comunidades relacionadas a estos avances, que son invisibilizadas desde otras perspectivas.
Con ello, según relató, es posible llegar a “nuevas miradas”, que ponen en cuestionamiento la funcionalidad de lo tecnológico, que resignifican el fenómeno. De esta manera, se pueden visualizar los entramados sociales detrás de lo analizado, cuya conclusión es que existe lo artefactual y lo sistémico. “Ahí podemos ir pensando a las identidades que adquiere el fenómeno tecnológico frente a nosotros como ciudadanos”, aclara el Dr. Herrera.
Por su parte, la Dra. Santander planteó la conclusión de que ya no se habla de sociedad, sino de sociedades y más localmente, de comunidades. “Las personas nos hemos dado cuenta de que estamos convocados a considerarnos parte de los procesos decisionales, toda vez que estamos decidiendo sobre nuestra vida”. Con esto hace referencia a la incidencia de las decisiones tecnológicas, que ya son parte de nuestro cotidiano e influyen en nuestra vida.