– La actividad es parte del ciclo de conferencias organizado por la Coordinación de la Xª Región de Los Lagos del Programa EXPLORA-CONICYT y la Universidad Austral de Chile en el "»Año Mundial de la Física"».
«De los átomos a los quarks: la gran aventura del siglo XX». Así se denomina la conferencia que dictará el Dr. Alfonso Zerwekh, del Instituto de Física de la Universidad Austral de Chile (Facultad de Ciencias), el jueves 30 de junio a las 10 hrs. en la sala Nº4 del edificio Nahmías, Campus Teja.
La actividad es parte del ciclo de conferencias organizado por la Coordinación de la Xª Región de Los Lagos del Programa EXPLORA-CONICYT y la Universidad Austral de Chile en el "»Año Mundial de la Física"».
A modo de apronte, según señala el Dr. Alfonso Zerwekh, la pregunta ¿de qué están hechas las cosas? podría haber salido de la boca de un niño de siete años (quizá antecedida por la palabra "»papá"»). Incluso puede ser que parezca un poco trivial, pues hoy en día casi todo el mundo sabe que las cosas están hechas de átomos. Pero, como todas las preguntas formuladas por niños, ésta es una excelente y muy profunda interrogante.
Tanto es así -dice el académico- que hace sólo unos cien años que conocemos de forma segura y científica la respuesta (que las cosas están hechas de átomos). «Claro, ya los griegos habían postulado la primera hipótesis atómica, pero no pasaba de ser una especulación filosófica. Desde el siglo XVIII los químicos venían diciendo que las propiedades de los elementos podían ser atribuidas a la existencia de los átomos. Pero no fue sino hasta fines del siglo XIX y comienzos del XX que esa existencia fue de hecho establecida».
¿Y de qué están hechos los átomos?, puede ser la siguiente pregunta de nuestro hipotético niño, indica el Dr. Zerwekh. «Bueno, ésa también es fácil. Casi todo el mundo ha oído decir que los átomos están hechos de electrones que orbitan en torno a un núcleo que a su vez está hecho de protones neutrones. Pero esta respuesta, así completa y que se dice tan rápido, no tiene más de setenta años. Y para entender cómo es que realmente se estructuran los átomos hubo que inventar la mecánica cuántica. Además cuando se entendió suficientemente cómo se comportan los electrones en los materiales nacieron tecnologías cómo la electrónica moderna».
Por otro lado, -continúa- «hace sólo unos cincuenta años que entendemos cómo es que los protones y los neutrones se las arreglan para formar núcleos. Si sacan las cuentas, acabo de decir que cuando explotaron las bombas nucleares de Japón (en 1945) no se entendía cómo funcionaba el núcleo atómico. Y es cierto: ¡no se entendía! Probablemente, nuestro curioso niño nunca haya oído que los protones y neutrones están hechos de partículas aún menores llamadas quarks. Eso lo sabemos hace unos treinta años».
Los quarks -explica- son partículas curiosas. «Les gusta estar acompañadas de otros quarks. Cuando están cerca se sienten libres, mientras que si se alejan aparecen intensas fuerzas que impiden que se separen o que se queden solos (¿no suena romántico?). Otro aspecto curioso es que existen seis tipos de quarks, pero sólo se necesitan dos para construir protones y neutrones y todo lo que conocemos. ¿Para qué sirven los otros? No lo sabemos. El electrón también tiene otros primos que no sabemos para qué sirven».
En los últimos cien años -añade- hemos aprendido mucho sobre los ladrillos fundamentales de los que está hecho el universo. «La aventura de tratar de en tender los secretos de la naturaleza nos ha llevado de los átomos a los quarks. En el proceso de entenderlos muchas aplicaciones tecnológicas han sido derivadas. Hoy en día nos preguntamos porqué los quarks, los electrones y sus primos tienen las propiedades que tienen, ¿acaso estarán hechos de partículas todavía menores? ¿serán sólo manifestaciones de algo más fundamental todavía no conocido? No lo sabemos. Sólo sabemos que la aventura está ahí, que comienza con los quarks y que vale la pena vivirla».