Un relevante estudio sobre los efectos de eventos naturales como son las erupciones volcánicas y disturbios como los incendios forestales en los bosques de las especies lenga (Nothofagus pumilio) y araucaria (Araucaria araucana) es el trabajo que Mauricio Montiel Barrientos presentó para la obtención del grado de doctor en Ecosistemas Forestales y Recursos Naturales.
En su tesis, el ingeniero en conservación de recursos naturales se enfocó en estudiar cómo dichas especies responden en términos dendroecológicos, dendroquímicos y anatómicos a los mencionados eventos en dos áreas específicas del centro-sur de Chile: el Parque Nacional Puyehue y el Parque Nacional Tolhuaca. Este trabajo tuvo por nombre “Respuestas dendroecológicas y dendroquímicas luego de grandes incendios y vulcanismo en el centro–sur de Chile”.
Erupciones volcánicas
“Para las erupciones volcánicas del Complejo Volcánico Puyehue–Cordón Caulle (CVPCC) en 1921-22 y 2011, investigué cómo la deposición de tefra afectó el crecimiento radial de los árboles de Nothofagus pumilio. Observé disminuciones significativas en el crecimiento durante estas erupciones, así como la formación de anillos blancos y anillos localmente ausentes, como respuesta a los daños físicos en el dosel arbóreo debido a la defoliación por la caída de tefra”, señaló el profesional.
Explicó por qué la lenga se convierte en un caso excepcional de estudio para la reconstrucción de erupciones volcánicas basada en dendroquímica. “Noté un aumento en la concentración de elementos inmediatamente después de ambas erupciones, coincidiendo con los elementos que se solubilizan desde la capa de tefra. La amplia distribución de Nothofagus pumilio en la zona volcánica sur y la zona volcánica austral también es relevante, ya que gran parte de la historia de erupciones anteriores a 1900 en estas áreas sigue siendo desconocida”, expresó.
Incendios forestales en bosques de araucaria
Mauricio Montiel también investigó los efectos de los incendios forestales en los árboles de araucaria en el Parque Nacional Tolhuaca. “El incendio de 2002 resultó en una disminución del crecimiento radial; mientras que el incendio del año 2015 generó un aumento en el crecimiento de los árboles. También observé que la especie formó anillos claros presumiblemente en respuesta al daño que el fuego causó en la copa de algunos árboles. En términos químicos, la especie respondió con aumentos en la concentración de cationes mayores y metales traza después de ambos incendios”, afirmó.
Para el investigador, estos atributos dendroquímicos y dendroecológicos confieren a la araucaria un potencial uso como indicador de incendios, dado que es una especie de larga vida que podría conservar registros de incendios pasados que actualmente son desconocidos.
Los resultados dados a conocer por este estudio aportarán a la comprensión sobre cómo los bosques andinos de la región responden a eventos de disturbio y cómo estas respuestas afectan su estructura y funcionamiento a largo plazo.
“Mis hallazgos tienen implicancias importantes para las reconstrucciones de historial de disturbios basados en elementos químicos. Por otra parte, este aporte representa un avance significativo en el ámbito multidisciplinario al integrar de manera cohesionada ambas subdisciplinas de la dendrocronología”, opinó Montiel.
Finalmente, el investigador expresó sentirse impresionado por la capacidad de los árboles para adaptarse y responder a estos disturbios naturales. “Observar cómo estos árboles registran y reflejan eventos históricos en sus anillos de crecimiento y composición química, revela la rica historia ambiental que pueden contener nuestros bosques. Este tipo de investigación subraya la importancia de conservar y proteger estos ecosistemas forestales únicos, no solo por su valor ecológico y biodiversidad, sino también por su potencial como testigos silenciosos de la historia ambiental. Los árboles nos podrían ofrecer una perspectiva invaluable sobre cómo nuestro entorno ha evolucionado y ha sido afectado por eventos naturales a lo largo de siglos e incluso milenios”.