<em>* El trabajo desarrollado por el Dr. Carlos Moreno de la Facultad de Ciencias UACh, impulsó la creación y el establecimiento de una nueva forma de hacer investigación en el país.</em> <p align="justify">En la década de los 80's el país abrió mercados con la política de globalización y aparecieron poderes de compra extranjeros, interesados en los recursos marinos costeros. La tremenda actividad económica hizo que muchos pescadores artesanales se sumaran a este movimiento para exportar productos a Hong Kong, Japón, Corea y otros mercados. </p><p align="justify">En esa época, el Dr. Carlos Moreno, Director del <a href="http://www.ciencias.uach.cl/instituto/ecologia_evolucion/index.htm">Instituto de Ecología y Evolución</a> de la <a href="http://www.ciencias.uach.cl">Facultad de Ciencias</a> de la <a href="http://www.uach.cl/">Universidad Austral de Chile</a>, comenzaba a trabajar en ecología experimental, para tratar de entender cómo estaba organizado el paisaje submarino, es decir, comprender las interacciones biológicas de las especies.</p><p align="justify">Como sus experimentos no daban resultado, ya que los instrumentos eran sacados por la gente que mariscaba, junto a otros académicos de la UACh solicitaron el cierre de un área rocosa frente al laboratorio que la Universidad tenía en Mehuín. El lugar desde ese momento se transformó en la Reserva Marina de Mehuín. </p><p align="justify">Del año 1978 en adelante el Dr. Moreno y sus estudiantes tesistas del Magíster de Ecología, hicieron un seguimiento de la reserva en relación a las áreas exteriores y vieron que en dos o tres años el sistema cambió a un estado totalmente distinto. Publicaron importantes artículos de ecología básica, donde se daba a conocer los resultados de la exclusión del hombre en las 6 hectáreas de la Reserva, entre los años 1978 y 1982. "Esto causó una revolución, ya que era la primera vez en el mundo que se hacía algo similar, por lo que resultó ser una investigación básica pero tremendamente importante".<strong> </strong></p><p align="justify"><strong>Nacimiento de la Idea</strong></p><p align="justify">Los experimentos en la Reserva de Mehuín demostraron que los mariscadores sacan las lapas y éstas son los principales consumidores de algas, entonces hay una cadena trófica hombre-lapas-algas, produciéndose consecuencias en cascada. Si bien se conocían efectos similares en ambientes terrestres y se habían hecho experimentos en la zona intermareal respecto de los roles de los herbívoros, no se había incorporado al hombre en el sistema. A su vez, se estudió la respuesta del loco (<em>Concholepas concholepas</em>) a la protección humana y los efectos sobre los organismos que habitan el fondo de los ecosistemas acuáticos.</p><p align="justify">El académico UACh presentó estos resultados en distintos congresos del país, empezó a promover el tema y otros investigadores se entusiasmaron con esto. De esta forma se generó la idea de las Áreas de Manejo (AM), teniendo como base los estudios ecológicos de Mehuín que se formalizaron como medida de administración pesquera en la década de los 90's, a través del artículo 48 letra (d) de la Ley General de Pesca y Acuicultura. Actualmente, el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) las define como espacios costeros destinados al manejo y explotación de recursos bentónicos, tanto de fondos duros como blandos, por parte de una Organización de Pescadores artesanales legalmente constituida. </p><p align="justify">Luego del surgimiento de estas áreas, el Dr. Moreno se desempeñó como Asesor Externo de la Subsecretaría de Pesca, entrenó personal, generó documentos básicos de cómo tenían que operar, dio charlas en todo Chile, y trabajó ocho años para llegar a desarrollar las primeras 380 Áreas de Manejo. En la actualidad, el número de AM solicitadas asciende a 933, de las cuales 277 están en alguna etapa de estudio de línea base o de seguimiento bio-pesquero</p><p align="justify"><strong>Una Mirada Analítica</strong></p><p align="justify">El Dr. Moreno considera que actualmente existen debilidades ecológicas del diseño, por lo que es necesaria una revisión de la aplicación del concepto de Áreas de Manejo. Señala que hay un desconocimiento de los recursos, de las escalas espaciales y de tiempo necesarias para que las especies cumplan sus ciclos de vida.</p><p align="justify">En relación a lo anterior, se observa una carencia de reclutamientos al nivel que esperan los pescadores para hacerlas "rentables", lo cual tiene que ver con el problema del espacio y del ciclo de vida del loco (principal especie explotada), ya que la larva se puede desplazar 70 km. mar afuera y no se sabe si vuelve al mismo sitio, por lo que "las AM no están hechas en la escala en que ocurre la historia de vida del loco".</p><p align="justify">También en algunas regiones se ha observado un abuso del traslado de individuos, ya que si no hay un buen reclutamiento se produce lo que el investigador denomina "aposamiento", es decir, los pescadores recorren buceando las zonas no permitidas y llevan los locos a su área. "Éste es un problema del diseño de la escala espacial, las Áreas de Manejo son demasiado chicas (en promedio de 60 a 100 hectáreas)".</p><p align="justify">Las poblaciones de los recursos se distribuyen en "parches" y se están concentrando en las AM, sin que se sepa si esta condición "artificial" es sostenible. Los animales no están distribuidos homogéneamente en el espacio y los sitios que tienen un buen reclutamiento no son uniformes a lo largo de la costa.</p><p align="justify">Señala que si lo que se desea son AM con una alta presencia de reclutas capaces de reemplazar la fracción explotada de la población, una mirada de la ecología desde el lado del abastecimiento puede ayudar a dimensionar la viabilidad del sistema a lo largo de todas las escalas en que se implemente. Hay que revisar profundamente su actual diseño, entre otras cosas: </p><p align="justify">1) Quitar los incentivos para que las áreas sean de tamaño pequeño. </p><p align="justify">2) Evitar sobrep