Un nuevo y moderno fantoma o muñeco de simulación de alta complejidad fue adquirido por el Instituto de Enfermería y Escuela de Enfermería de la Universidad Austral de Chile, a través del proyecto Mecesup UBB 0607, destinado a la «Innovación Académica en Escuelas de Enfermería en Red para Enfrentar Desafíos de la Educación Terciaria».
El modelo está siendo utilizado en las dependencias del Centro de Habilidades Clínicas (CEDHAC) de la Facultad de Medicina UACh, Campus Isla Teja, y servirá principalmente para el uso de docentes y estudiantes de la Escuela de Enfermería, y también otras carreras del área salud de esta casa de estudios.
Este nuevo equipamiento es desarrollado por la compañía de simulación clínica Laerdal de Hospitalia y, según explica el representante en Chile de esta compañía, T.M. Luis González, “es un fantoma adulto con importantes características y posibilidades para la docencia y formación de profesionales de la salud, como la posibilidad de quejarse y mantener diálogos con los estudiantes, emitir sonidos abdominales, cardiológicos, pulmonares, realizarle maniobras de resucitación, y otras funciones”.
Resalta que “al mismo tiempo posee un monitor asociado en el cual puedo hacer que se reflejen alteraciones del electrocardiograma, presiones invasivas y no invasivas y todos los estímulos ya mencionados, reflejándose los parámetros biológicos del maniquí simultáneamente tanto en el monitor como dentro del maniquí, teniendo al simulador además la posibilidad de respirar al mismo tiempo, con movimiento de tórax. Cuando hay una mala maniobra por ejemplo de intubación, se mueve sólo un lado del tórax porque el otro está bloqueado, puede simular paros cardíacos, situaciones complejas, en definitiva reproducir situación de enfermedad, con ambiente clínico”.
Una de las tareas del T.M. Luis González fue la de instruir a las docentes del Instituto de Enfermería en el uso de este fantoma. El profesional asegura que trabajar y enseñar con este sistema “permite una condición muy segura sin uso de personas y de forma repetitiva, lo que es fundamental pues como instructor o docente me interesa que el estudiante repita cuanta veces sea necesario el ejercicio, hasta que logre la experticia necesaria. La experiencia clínica simulada persiste mejor y por más tiempo en la memoria de las personas, de modo que cuando llegan al campo clínico, si les ocurre un evento igual o similar a los que les pasó en simulación, tienden a actuar de la misma manera y correctamente frente a un paciente”.
El financiamiento de MECESUP para esta implementación fue de aproximadamente 34 millones de pesos.