Entre las especies nativas, el raulí (Nothofagus alpina) aparece como la con mejor mejores aptitudes productivas, ya sea por su rápido crecimiento o por las mismas propiedades de la madera, de allí la demanda creciente sobre esta especie. Sin embargo y como advierte el Profesor Fernando Droppelmann, “lo anterior es muy estimulante, pero la realidad indica que la producción de semillas es escasa y normalmente cíclica, lo cual genera dificultades para la propagación masiva de la especie, lo que en la práctica significa que el potencial de forestación será muy difícil, sino imposible, de cumplir”.
Esa es la génesis del proyecto Fondef D10I1149: “Desarrollo de sistemas de propagación para el escalamiento operacional de material genético de raulí”, adjudicado por la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile y que contará con un aporte de $ 340.404.600, uno de los cinco proyectos con mayor financiamiento en el Concurso I+D 2011 de Fondef, que en total repartió $ 14.303.667.866 en 54 iniciativas.
“El objetivo general del proyecto es bastante claro, queremos optimizar los procesos de propagación y de certificación molecular, que permitan escalar la producción masiva de plantas e incrementar la productividad de nuevas plantaciones de raulí”, señala Fernando Droppelmann. Para el académico, esta es la única vía para incrementar el volumen y calidad de nuevas plantaciones (forestación, reforestación y enriquecimiento), establecidas en el marco de la Ley Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal.
¿Cómo cumplir lo anterior? El profesor Droppelmann detalla que el proyecto contempla cinco puntos centrales: Desarrollar un sistema que permita aumentar disponibilidad de semillas, en calidad y cantidad, provenientes de árboles de características genéticas superiores; optimizar los procesos de micro propagación para la masificación del material genético; optimizar los procesos de macro propagación para la masificación del material genético; desarrollar un sistema de certificación molecular del material de propagación sexual y vegetativa; y difundir y transferir los resultados al mandante, a organismos gubernamentales, a empresas forestales, a viveros y a otras instituciones del sector.