Como una manera de discutir críticamente sobre Derechos Sexuales y Reproductivos y Nueva Constitución se desarrolló el Foro Conversatorio Interdisciplinario, que congregó a estudiantes y docentes y que tuvo como invitadas a las académicas Debbie Guerra, del Instituto de Estudios Antropológicos UACh; María José Montecinos, del Instituto de Salud Sexual y Reproductiva UACh; y Yanira Zuñiga, del Instituto de Derecho Público UACh.
La docente Debbie Guerra, del Instituto de Estudios Antropológicos UACh, abrió la conversación realizando una contextualización de los derechos sexuales y reproductivos y la violencia de género, y los tratados que versan sobre estas temáticas, señalando que “la posibilidad de este nuevo pacto es generar relaciones más amorosas”.
Por su parte, María José Montecinos, del Instituto de Salud Sexual y Reproductiva UACh, se centró en el tema de la salud sexual y reproductiva, manifestando que, pese a que Chile está suscrito a diversos tratados, no es suficiente, dado que el sistema de salud en Chile es muy heteronormado, dejando de lado las disidencias. “Estamos al debe en lo que respecta a salud sexual y reproductiva. Fue un tema llegar al aborto en 3 causales, que son el 3% de los abortos en Chile. Las mujeres se siguen sometiendo a abortos clandestinos o en clínicas privadas y no es un secreto. Se tiene que lograr hacer entender que el aborto es una opción y no obligación y que los profesionales no estamos para hacer juicios de valor, sino que para entregar una salud integral”.
Al respecto, Yanira Zuñiga, del Instituto de Derecho Público UACh, sostuvo que “la procreación y la sexualidad ha estado muy regulada más en clave de control estatal, si miramos las normas del siglo XX, las leyes son más bien restrictivas”. Asimismo, aclaró que los derechos sexuales no están dispuestos en ninguna norma ni Constitución y que este camino nuevo no significa que todo vaya por donde se desea y que los derechos sexuales y reproductivos entren en la nueva Constitución, sino que también hay que pensar que puede ser la puerta de entrada para incorporar normativas que vayan en contra, poniendo nuevamente sobre la mesa cuestiones valóricas.