*Con la opera introductoria de un Réquiem para Mozart , el Dr. Sandor Mulsow inició su conferencia sobre «Réquiem para un Santuario: los efectos irreversibles de las descargas de arsénico en el Río Cruces», aludiendo a los impactos ambientales negativos que, en ciertas ocasiones, debe enfrentar el ser humano y frente a lo cual las respuestas deben aflorar de la creatividad interior para responder en forma positiva.
«Los cisnes son un ecosistema en el cual se está tratando de describir un Réquiem, por lo tanto se debe restaurar lo que ya se fue», narró el académico.
Gran interés convocó en la comunidad universitaria y valdiviana, la conferencia del investigador de la Universidad Austral de Chile, Prof. Sandor Mulsow, «Réquiem para un Santuario: los efectos irreversibles de las descargas de arsénico en el Río Cruces» y que tuvo lugar en el auditorio del Edificio Nahmías, en el campus Isla Teja de la UACh, enmarcada en el ciclo de conferencias sobre divulgación científica desarrollada por FORECOS-UACh.
El arsénico es un producto no deseado en cualquier proceso industrial, señaló el Dr. Sandor Mulsow, director del Instituto de Geociencias e investigador Senior del Núcleo Milenio FORECOS de la Universidad Austral de Chile (UACh).
En su conferencia el Dr. Mulsow comentó aspectos sobre el arsénico describiendo antecedentes e informes sobre esta toxina, la que se extendió por cerca de una hora.
El arsénico es sinónimo de veneno -dijo el profesor- y durante los siglos 15 y 16 fue un contaminante muy conocido por los monarcas. Si se trabaja en cantidades mínimas su efecto no es perceptible a la persona. El arsénico no tiene color, no huele y disuelto en agua no tiene sabor. La ingesta del contaminante en aguas bajo niveles permitidos en un año, pone a en riesgo la salud de las personas.
Los síntomas visibles a la ingesta o contacto con el veneno son: coloración o decoloración de la piel, asperezas de manos y pies, gangrena y cáncer. Los síntomas no visibles son: daño pulmonar, daño de riñones, daño de hígado, del vaso y cada una de estas aflicciones conducen a la muerte, explicó el Dr. Mulsow.
Por estas y otras razones le preocupa el anuncio de la empresa Celco de aumentar sus descargas de este elemento al sistema estuarial del Santuario de la Naturaleza del Río Cruces. «Es importante que la ciudadanía conozca las experiencias internacionales de utilización y manejo de estas sustancias y así se haga una idea del tipo de impactos que se pueden esperar de estas decisiones».
«El arsénico se presenta en el medio ambiente en tres estados de oxidación -3, +3 y +5 y la toxicidad aumenta al estado reducido. Sin embargo, las normas están basadas en la concentración de arsénico que significa la suma de los tres estados de oxidación.
El contaminante tiene una estabilidad de oxidación bajo condiciones muy oxigenadas y a medida que el oxigeno se reduce, el arsénico se presenta como dañino, sostuvo.
El Dr. Mulsow es geólogo y Ph. D. en Geología Oceanográfica de la Boston University. Es además Máster en Zoología de la Universidad Austral de Chile. Es miembro de la Unión Geofísica Europea (EGU) y de la Unión de Geofísica de América (AGU). Desde 1996 al 2004 fue experto en contaminación marina de Naciones Unidas (IAEA-Monaco).