Para muchos es sabido que la Universidad Austral de Chile forma los ingenieros navales que comandan los buques de Marina Mercante, ya sea como pilotos o ingenieros de máquinas, además de entregar la capacitación necesaria para proyectar y construir buques en los astilleros nacionales como Marco, Asmar, Asenav y Alwoplast.
Pero una de las grandes batallas de esta ingeniería es quitar el mito de que ésta es sólo privilegio de hombres y dar a conocer que las mujeres de esta carrera siempre destacan como profesionales de alto nivel y han sobresalido como las mejores dentro de sus pares.
Esta es la historia de Ivonne Sanhueza, tesista de la carrera, quien decidió entrar en el área de la ingeniería porque consideró que ella le entregaba las herramientas necesarias para poder continuar sus estudios.
«Siempre supe que iba a estudiar una ingeniería y creo que naval fue una excelente opción, porque una de las mejores características es el abanico de posibilidades laborales que se abren, ya que la UACh forma ingenieros navales capaces de desenvolverse en un mundo dinámico y exigente».
Ivonne a sus 23 años destaca dentro de sus pares como una de las mejores alumnas de la "»Mención Transporte Marítimo"» y luego de dos experiencias de embarque desea poder repetir este tipo de oportunidades y continuar sus estudios.
La joven profesional destacó que durante su paso por la universidad contó con todo el apoyo de sus compañeros y profesores. «Nunca me sentí discriminada ni por mis compañeros ni por el cuerpo docente de la carrera, pero en el ámbito de trabajo aún hay muchos hombres que no están acostumbrados a que una mujer pueda realizar las labores, que normalmente hacen los hombres, con un alto desempeño. Creo que todo depende de que la mujer se de a respetar y haga valer su conocimiento y formación.»
Los ingenieros navales de la Universidad Austral de Chile construyen buques de alta tecnología para exportar a países como Canadá o Noruega. Un importante número de ingenieros navales se desempeña en diseño y construcción de centros flotantes para la exitosa industria salmonera y otros profesionales navegan los océanos del mundo como pilotos o ingenieros de máquinas en importantes compañías navieras.
Este es el caso de Pamela Mella Álvarez , una joven de 25 años que decidió estudiar la carrera porque consideró que era motivadora y desafiante. Luego de sacar la carrera en 6 años y ganarse el respeto de sus compañeros decidió embarcarse por seis meses y medio en la motonave "»Tatio"» perteneciente a la Naviera Humboldt. Siendo la única mujer abordo entró a realizar labores de 3º piloto oficial de la Marina Mercante y recorrió distintos países de Latinoamérica entre ellos Perú, Argentina, Colombia y todo Chile.
«La formación que uno recibe en la universidad es fundamental para realizar las labores que la práctica requiere, pero la experiencia de poder embarcarse y ser la única mujer en la motonave es irremplazable. Aprendí cosas nuevas, a aplicar los conocimientos, a realizar guardias de navegación, a resguardar la seguridad de salvamento y mucho trabajo en cubierta».
Pamela asegura que está satisfecha con su elección pues la carrera no sólo es muy atractiva económicamente sino que además le da la posibilidad de viajar por otros países y conocer otras culturas.
Pamela e Ivonne son sólo algunas de las destacadas mujeres de la carrera pues entre ellas se encuentran Gabriela San Martín primera ingeniero de la Marina Mercante Nacional; Iris Carrillo, ingeniero naval mención transporte marítimo y piloto de la Marina Mercante Nacional, actualmente en Naviera SONAMAR; y Marcela Silva, destacada ingeniera en el área de construcción naval.
Es importante destacar que los títulos de Marina Mercante son otorgados por la Armada de Chile y tienen validez mundial. Por convenio con la Asociación Nacional de Armadores, los alumnos de la carrera de Ingeniería Naval UACh realizan prácticas remuneradas a bordo de buques que navegan a puertos de todo el mundo.