Valdivia pronto conmemorará 20 años desde la debacle ambiental que marcó un antes y un después en la historia del río Cruces. Por 18 años hemos estado inmersos en la discusión sobre la aprobación de la norma secundaria de la cuenca del río Valdivia. El debate se trasladará al Comité de Ministros que deberá decidir, o no, su implementación.
Hasta acá el camino ha sido demasiado largo. Es vital llegar a un acuerdo entre los intereses técnicos, políticos y económicos. Entendemos posturas disidentes en la promulgación de esta norma, pero nuestro escenario actual de alta vulnerabilidad al cambio climático demanda decisiones acorde a los tiempos, ¿no es razonable comprender la relevancia de tener datos precisos de la salud de la cuenca para el despegue de un territorio? Necesitamos asegurar agua de calidad en nuestros cuerpos de agua no solo para tener un medio ambiente sano, sino que también para garantizar el desarrollo económico que la región requiere y su bienestar humano. Para lograrlo, es fundamental recopilar información en calidad de agua desde un ente neutral como el Estado.
Sabemos que menor calidad de agua significa menor disponibilidad de agua para todo uso, y entendemos que el monitoreo y mantención de su calidad es fundamental para el desarrollo económico y social de la región de Los Ríos.
Como el único Centro dedicado a la investigación, conservación y educación sobre humedales en Chile, hacemos un llamado a unir esfuerzos para su aprobación e implementación. Solo ello nos entregaría la posibilidad de registrar datos e información, observar cambios en la calidad del agua en forma oportuna, enmendarlos si es necesario y así, evitar mayores daños a este ecosistema.