<p>Una interesante conferencia sobre las culturas juveniles en los años 60 fue la que ofrecieron este miércoles 6 de mayo el Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Dr. Gonzalo Portales, y el Prodecano de esa Facultad, Dr. Yanko González, abriendo la tercera jornada del ciclo El Intelectual en la Cultura Chilena de la Independencia al Bicentenario, en la sala Paraninfo de la <strong><a href="http://www.uach.cl">Universidad Austral de Chile</a></strong>.</p><p>Con la sala a su máxima capacidad, mayoritariamente con estudiantes de la UACh y de educación media, los académicos hicieron una dinámica revisión de los elementos y los hechos históricos que constituyeron la cultura juvenil, en una época en que se transformaron en uno de los grupos más importantes de la sociedad.</p><p>Para el Dr. Yanko González, la industria cultural y el <em>teenager market,</em> surgidos en Estados Unidos en los años 50, son esenciales para el surgimiento de las culturas juveniles, ya que transformó a los jóvenes en un nicho de mercado con artículos como discos, revistas y películas dedicados especialmente a ellos. Para algunos -dijo el Dr. González- los jóvenes como grupo son irrelevantes hasta la aparición del rock.</p><p>En Chile -dijo- hubo un "proceso de apropiación de la cultura juvenil segmentada", a partir -fundamentalmente- del <em>rock and roll,</em> con exponentes como <em>Peter Rock</em> y <em>The Carr Twins.</em> Junto a esto, en el campo del periodismo también surge un mercado para el público juvenil con revistas musicales como Ritmo y otras dedicadas al cine.</p><p>A fines de los 60 -señaló el Dr. Portales- surge la sicodelia en Chile, pero aún muy "acorralada" por los grupos conservadores en la política, los medios de comunicación e incluso en las calles, registrándose tensiones con militares de la Escuela Militar en Santiago. Estos grupos condenaban la "inmoralidad" juvenil por el uso de drogas y su abierta sexualidad.</p><p>La sicodelia, así como la moda de las discotecas fue condenada también desde sectores de izquierda chilena -señaló el Dr. Portales-, ya que se pensaba que estas conductas eran "extranjerizantes" y era interpretado como "la decadencia del capitalismo". Los principales opositores a esta cultura juvenil eran los militantes de las Juventudes Comunistas, que tenían una cultura muy "rígida" y que finalmente se impuso.</p><p>La politización de los movimientos juveniles en el Chile de fines de los 60 comenzó con tres hechos destacados por el Dr. Portales. El primero de ellos fue el inicio de la reforma universitaria desde la casa central de la Universidad Católica de Valparaíso, que continuó en la toma de la Pontificia Universidad Católica de Chile con el célebre lienzo "Chileno: El Mercurio miente". El último hecho fue la toma de la Catedral de Santiago por parte de jóvenes cristianos y sacerdotes.</p><p>Estos movimientos juveniles que en un comienzo no estaban adscritos a ningún partido político, derivó en la creación de movimientos políticos eminentemente juveniles que se oponían por definición a la rigidez de los partidos políticos. Fue así como nació el MAPU y el MIR. El primero de ellos, producto de la unión de dos ideologías como la marxista y la cristiana que según el Dr. Portales "coincidían en una utopía".</p><p>Por otra parte, el surgimiento del MIR en la Universidad de Concepción viene acompañado según el Dr. Yanko González, de una "resemantización" de expresiones juveniles como la música, con el surgimiento de la Nueva Canción Chilena, y la vestimenta. "Las subculturas revolucionarias resemantizan signos como la ropa, con un marcado acento militar e insurreccional", recalcó el Dr. González al finalizar la conferencia. </p>