“Don Pepe”, como muchos le recuerdan con cariño, llegó desde Santiago a Valdivia en 1956, para ejercer como ayudante de profesor en el Taller de Herrería de la Universidad Técnica del Estado. Desde esa fecha, el ahora profesor de la Universidad Austral de Chile, no ha cesado su labor en las aulas, alcanzando los 53 años dedicados a la docencia.
Después de once años de su llegada a la ciudad de los ríos, Salazar fue becado -en Santiago- para obtener su título de profesor de estado en Estructuras Metálicas, profesión con la cual volvió a Valdivia facultado para ejercer como profesor titular.
De allí que el profesor señale su agrado al haber cumplido funciones al interior de la Universidad Austral de Chile. “Hoy me queda la satisfacción personal que me puede otorgar el retiro de mis funciones después de haber participado en la formación de generaciones de estudiantes, formación profesional en todo sentido. La satisfacción de ser reconocido muchas veces como académico, como profesor, como amigo. Nunca un conflicto. La Universidad siempre se portó muy bien y nos tratamos muy bien. Para mí es una satisfacción retirarse de una institución en la cual una ha participado con su grano de arena”.
Como profesor de Estado tiene una mirada crítica en cuanto a la educación y a los métodos de enseñanza. En este sentido opina que “los colegas que llegan a suplir en actividades similares a las nuestras como formadores tienen que ser totalmente cultos en el orden de la enseñanza. Que en ningún momento vaya a desconocer o a faltar a algunos conocimientos que los alumnos debieran manejar. Uno tiene que saber lo que va a enseñar. Las materias tienen que dominarlas, porque hay casos que personas aceptan impartir un ramo sin tener la debida formación. Deben tomar tiempo en prepararse en estudiar. Lo bueno para los funcionarios nuevos, es que en el momento que están seleccionados se les dice que materias deben enseñar”.