En la Delegación Municipal del sector Mirasol de la comuna de Puerto Montt, niños, niñas y jóvenes que son beneficiados por el Programa Abriendo Caminos, realizaron la última actividad grupal y territorial junto a sus cuidadores/as, relacionada, en esta oportunidad, con derechos del niño y prevención de violencia intrafamiliar.
El Programa Abriendo Caminos es parte de la política pública del Sistema Intersectorial de Promoción y Protección Social, Subsistema de Seguridades y Oportunidades del Ministerio de Desarrollo Social y desde el año 2011, enmarcado en el sello de vinculación con el medio, es ejecutado por el Instituto de Psicología de la Universidad Austral de Chile (UACh) Sede Puerto Montt. Para la convocatoria presente se beneficiaron 66 usuarios/as de la Provincia de Llanquihue.
El equipo del programa enfatizó para este año una perspectiva socio-comunitaria, plasmada en la vinculación entre usuarios mediante actividades grupales, y en la conexión de estos con la red institucional territorial.
La actividad organizada en el sector Mirasol incorporó en esta oportunidad la presencia de la Oficina de Integración Comunitaria de la Segunda Comisaria de Carabineros de Chile, quienes impartieron una charla sobre violencia intrafamiliar a las cuidadoras del programa. Junto con ello, los niños y niñas tuvieron la oportunidad de participar de una sesión de expresión corporal y arte visual a cargo de Proyecto Caracola, que focalizó la formación personal y social como componente de la expresión y forma personal de contribuir a los demás y su entorno. Al respecto, Iván Baeza Belmar, coordinador de esta convocatoria del programa, señaló sobre esta última actividad: “Quisimos traer a personas externas, para poder conectar a los usuarios y usuarias con otras instituciones, y enfocarla al área preventiva a través de charlas y otros apoyos a los que estas familias pudieran acceder en el futuro si lo requirieran. Se eligió este sector porque en él ha confluido la mayor cantidad de participantes del programa.” Refiriéndose a las jornadas grupales realizadas durante este año, indicó que: “Las personas han valorado estas actividades, aprovechándolas, nos indican, por ejemplo, que les permite tener aprendizajes de distinto tipo y les complementa el día a día.”
Respecto a los logros que se han visto en las familias beneficiadas, señaló Baeza, para esta convocatoria en particular se destaca el área laboral. “Al comienzo las actividades se centraron bastante en estos temas y cuando ya fueron habilitándose en esta temática, se activaron redes como la Oficina Municipal de Información laboral (OMIL), organismo dependiente administrativamente de las municipalidades chilenas, y bajo dependencia técnica del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo, SENCE, vínculo generado desde el programa”.
También destacan los avances en la inserción en el sistema de salud y para ello se ha contado con el apoyo del Centro de Salud La Colina UACh, en las atenciones de sus especialistas de las carreras de Tecnología Médica y Fonoaudiología y de atenciones psicoterapéuticas en el Centro de Atención Psicológica, ambos de la UACh. Junto con ello se han realizado gestiones con los consultorios. “Vemos personas mucho más empoderadas en la vinculación y gestiones en el área pública de salud, que es uno de los objetivos del programa”, indicó Iván Baeza.
El programa apoyó también en el ámbito escolar, aportando a los establecimientos educacionales con herramientas para poder apoyar a estas familias que pasan por una situación que las vuelve más vulnerables que otras y reconocer que es necesario mayor flexibilidad con ellos. La mayor parte de los niños, niñas y jóvenes beneficiarios del programa se ha mantenido estudiando, y quienes como excepción han intentado desertar, han contado con apoyo continuo de las duplas psicosociales del programa Abriendo Caminos, profesores y directores, con cada actor en los establecimientos educacionales que aporte a la retención o su futura reinserción.
Los logros generales de los niños, niñas y jóvenes beneficiados han sido variados, destacó Baeza: “Lo que se ha visto en la generalidad de los casos es el aumento de confianza hacia sus cuidadoras donde ya se hablan temas que antes no se hablaban y junto con ello ha aumentado en estos menores el conocimiento de los derechos que ellos pueden ejercer y que se han tratado en los diversos talleres que se han realizado”.
Esta jornada puso fin al ciclo de talleres grupales del programa, las que trataron diversas temáticas y necesidades de los/as usuarios/as beneficiados/as. Para concluir esta convocatoria quedan los cierres de procesos con cada grupo familiar, que buscarán concretar gestiones restantes y tratar las temáticas particulares con cada participante.