Natalia Albornoz Santana, Tirsa Cárcamo Igor, Valentina Faúndez Koller y Jorge L. Godoy Barrientos, estudiantes de la Escuela de Psicología de la Sede Puerto Montt de la Universidad Austral de Chile, presentaron un trabajo en el X Congreso de la Asociación Latinoamericana para la Formación y la Enseñanza de la Psicología (ALFEPSI): «Psicologías necesarias y posibles para otros mundos necesarios y urgentes». Fueron seleccionados para exponer en este evento, que se desarrolló desde el 27 al 30 de septiembre en la Facultad de Psicología de la U. de la República en Montevideo, Uruguay.
El grupo de estudiantes presentó el trabajo “Prevención de la violencia de género: Círculo de mujeres en campamento del sur de Chile”, realizando la exposición de manera grupal y presencial, mostrando parte de la sistematización de un proceso de acción comunitaria que fue desarrollado en el contexto de la asignatura Psicología Comunitaria II del ciclo de Licenciatura de la carrera.
La Dra. Alejandra Sánchez Cuevas, académica del Instituto de Psicología, responsable de la asignatura y quien también participó en el X Congreso ALFEPSI en la mesa-debate ¿Qué psicología para qué derechos humanos? (acerca de psicología y derechos humanos en Latinoamérica), fue quien motivó a este grupo de estudiantes a difundir su quehacer en instancias y encuentros académicos. Además, destacó la importancia de generar intercambios a nivel nacional e internacional “en los cuales podemos reflexionar y hacer visibles parte de la realidad de nuestro sur austral, al mismo tiempo, permite construir lazos de solidaridad e intercambio teórico y metodológico respecto a las estrategias y abordajes en el marco psicosocial latinoamericano, del cual también formamos parte”.
Por su parte, la estudiante Natalia Albornoz habló sobre su participación y destacó que “el trabajo realizado en el marco de la asignatura de Psicología Comunitaria II fue transformador a nivel personal y profesional. Por eso fue muy importante para mí poder difundirlo en este tipo de instancias que permiten tener mayor alcance, por lo relevante que creo que es avanzar en generar instancias más humanas, participativas y colectivas en un contexto tan individualista como el que vivimos en la actualidad, instancias donde todos los saberes y conocimientos puedan ser recibidos y reconocidos como valiosos”.
Además, indicó que “en el caso de nuestro trabajo, refiere a la interrelación de dos problemáticas urgentes en Latinoamérica y en Chile: la violencia de género y la crisis habitacional; para mí era fundamental también dar a conocer la realidad tan cruda que se vive en Chile. La experiencia del Congreso ALFEPSI, tanto la exposición como la asistencia, permitió la circulación de saberes entre académicos, profesionales y estudiantes de Psicología de toda Latinoamérica, que van desde modelos teóricos y metodologías hasta el compartir experiencias transformadoras y sensaciones, encuadradas en el intento y la necesidad de poder territorializar el quehacer a nuestra realidad y responder a las necesidades y complejidad de nuestro continente. En ese sentido, obtener una mirada más amplia de qué es lo que se está haciendo en nuestra disciplina”.
Por su parte, la estudiante Valentina Faúndez indicó que: “Con relación a mi experiencia en el congreso como oyente fue un espacio integral, muy enriquecedor a nivel profesional como psicóloga en formación, sobre todo por el hecho de poder escuchar a distintos exponentes de la psicología latinoamericana que comparten una visión de formación parecida a la de nosotros y que nos permite ver nuestras realidades de forma mucho más crítica. En cuanto a mi experiencia como expositora creo que fue desafiante y emotiva, ya que fue un trabajo que se hizo en un ramo de cuarto año y al cual le dedicamos mucho tiempo y cariño, y el hecho de poder mostrar la realidad de las mujeres sureñas en Latinoamérica y encontrar puntos en común con los demás países es estremecedor. Creo que deben existir más instancias de participación para nosotros como personas en formación, la psicología latinoamericana es rica en conocimientos, saberes y experiencia, y nos orienta respecto a cómo deberíamos situarnos en el marco de ésta, pues de aquí somos, este es nuestro territorio y por lo tanto formarnos en esta línea y ser un aporte desde esa vereda a las verdaderas necesidades de las personas es nuestro principal objetivo, que muchas veces se diluye, terminamos siendo absorbidos por otros saberes descontextualizados de nuestra realidad, que si bien pueden ser muy ricos en conocimiento y teoría, urgen ser territorializados”.
El trabajo presentado
A partir de un trabajo colaborativo con Fundación Techo Chile se genera el lazo con el campamento Quiero mi Casa ubicado en la zona norte de Puerto Montt donde, luego de realizar un diagnóstico a través de observación participante, se desarrolló una acción comunitaria por parte de las pobladoras para la realización de círculos de mujeres en el campamento, de manera de prevenir la violencia de género a través de la promoción de los factores protectores propios de las mujeres y de la comunidad.
Estos círculos permitieron generar lazos entre las pobladoras, la desnaturalización de conductas, el reconocimiento de situaciones de violencia, el cuestionamiento de estereotipos de género, así como también demostró la necesidad de ser validadas y reconocidas ya que han sido relegadas, invisibilizadas e incluso criminalizadas por ser personas que habitan en un campamento.
“A partir de estos resultados, reflexionamos especialmente en lo importante que es la vinculación para la confianza, la horizontalidad como aspecto fundamental y el respeto, la empatía y la responsabilidad frente a la experiencia de cada persona”.
“Desde nuestra perspectiva son estos procesos de ejercicio práctico los que nos permiten, paso a paso, transformarnos en agentes de cambio en la sociedad y reafirmar nuestro compromiso, entendiendo que nuestro conocimiento es útil cuando se encuentra al servicio de las personas”.