A contar del 01 de julio, la industria acuícola nacional cuenta con un nuevo marco normativo con la entrada en vigencia de la Resolución Exenta 1821.
Esta resolución, implica cambios significativos en el diseño, construcción, operación e inspección de sistemas para el cultivo de salmónidos, especialmente en áreas como elementos de fondeo, balsas jaulas, redes y medición de datos ambientales.
Para abordar los alcances y desafíos de esta norma, se llevó a cabo el seminario “Res. Ex. 1821: Alcances del nuevo marco normativo en la industria acuícola nacional” organizado por el Instituto de Ciencias Navales y Marítimas de la Universidad Austral de Chile junto a las empresas Green Aqua y Scale AQ y que contó con la participación de representantes de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) y el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca). El evento permitió generar un espacio de conversación entre la academia, los entes reguladores y las empresas del rubro.
Los temas abordados incluyeron la experiencia en Noruega con su marco regulatorio, los efectos del nuevo marco normativo en el diseño del sistema de fondeo de los centros de cultivo, la participación de la investigación aplicada en el desarrollo de políticas públicas y los detalles de implementación de la resolución.
Una de las empresas organizadoras del seminario es Green Aqua, especializada en el cálculo de sistemas de fondeo para infraestructuras de cultivo. Su Gerente General, Esteban Patroni, ingeniero naval egresado de la UACh, fue uno de los expositores quien se refirió a los desafíos de las nuevas regulaciones. “La verdad es que la normativa actual aún deja espacio para interpretaciones. Hay aspectos que necesitamos aclarar para trabajar en un terreno común”. Uno de los desafíos es la transición de fondeos con línea simple a líneas dobles, lo que implica costos adicionales. A pesar de los cuatro años de marcha blanca desde la resolución de 2020, aún persisten puntos de discusión entre los actores públicos y privados. La tarea pendiente es lograr un equilibrio entre seguridad y viabilidad económica expresó.
Por su parte, el ingeniero naval, César Navarrete, Project Manager de Scale AQ, empresa chilena de matriz noruega que también fue parte de la organización del seminario precisó que: “quisimos ser parte de este diálogo junto con las autoridades y la Universidad. Como proveedores de la industria, estamos empeñados en seguir los lineamientos y fomentar una industria segura y sustentable para el futuro”. Scale AQ se especializa en la construcción de balsas jaulas, y su uso de software de modelación es fundamental para mantenerse al día en los coeficientes de seguridad y la eficiencia estructural.
En representación de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura participó Constanza Silva, jefa de la División de Acuicultura quien explicó que las nuevas regulaciones están orientadas al resguardo de los sistemas ecológicos que tenemos en Chile. “Debemos tener en consideración que en 2020 tuvimos una baja importante en biodiversidad mundial de especies y tenemos que avanzar hacia la protección. Los salmones que cultivamos en Chile no son originarios de Chile, por lo cual existen riesgos ecológicos en el escape de salmones, riesgos que tenemos que seguir estudiando” expresó.
Asimismo, la representante del ente regulador enfatizó en la necesidad de fortalecer tanto a la academia como a las personas que trabajan en la industria para avanzar hacia la seguridad y hacia la sustentabilidad y sostenibilidad.
Por su parte, el Dr. Cristian Cifuentes, académico del Instituto de Cs. Navales y Marítimas de la UACh, quien expuso acerca del rol de la academia en la generación de políticas públicas, comentó que “este tipo de instancias de intercambio de ideas entre el sector público, privado y la academia son fundamentales para avanzar hacia un marco regulatorio que resguarde los intereses de la sociedad y que a la vez permita el desarrollo y expansión de la industria”.
El académico resaltó, además, el rol de la investigación aplicada en la toma de decisiones por parte del Estado y la industria, en donde la generación de información obtenida a nivel de laboratorio o con mediciones en terreno permitan ajustar los parámetros de diseño a fin de trabajar con mayor seguridad, resguardando la integridad de los sistemas de cultivo lo cual deriva en la protección del medio ambiente y favorece la obtención de la licencia social por parte de los productores.
En resumen, la industria acuícola chilena enfrenta retos significativos en su búsqueda por la seguridad y la sustentabilidad. La adaptación normativa y la colaboración entre actores serán clave para superar estos desafíos.