En el Día de la Educación Ambiental —26 de enero— la Unidad de Gestión Ambiental de la Universidad Austral de Chile y la Escuela de Lenguaje Amancay dan a conocer la alianza con la que potenciarán el proyecto educativo basado en el cuidado ambiental que impulsa esta comunidad escolar.
El acuerdo apunta a desarrollar y favorecer acciones de cooperación tales como talleres de educación ambiental, apoyo con material educativo, actividades relacionadas con cuidado del medioambiente, economía circular y manejo de residuos, entre otras, durante el año escolar 2022.
“Es una escuela que tiene un proyecto educativo sólido y consistente en torno al medioambiente. Es de largo plazo y lo están impulsando con una profunda convicción. Desde la Universidad nos sumamos a participar con mucho gusto y con la experiencia, porque realmente nos permite pensar en cambios”, dijo María Ema Hermosilla, Jefa de la Unidad de Gestión Ambiental de la UACh.
Para tal efecto ya se han calendarizado algunas actividades que comenzarán en marzo con una capacitación dirigida al equipo docente y administrativo de la escuela, y continuarán con otra para los apoderados. A fines de junio, en el marco del Día Mundial del Árbol, la idea es realizar un taller sobre las especies arbóreas y abordar temas tales como cuáles se adaptan mejor según el tipo de suelo y la época del año.
Proyecto de escuela sustentable
En la actualidad, la Escuela de Lenguaje Amancay funciona con una matrícula de 116 estudiantes en los niveles medio menor, medio mayor y kinder, pero está en sus planes extender la formación con enfoque ecológico para toda la enseñanza básica y media, de tal forma de ofrecer una nueva opción de educación para Valdivia.
El proyecto implica la construcción de un nuevo establecimiento y el diseño arquitectónico está a cargo de OPAU (Oficina de Proyectos Arquitectura y Urbanismo), que pertenece a la Facultad de Arquitectura y Artes de la UACh.
Rita Montiel, directora de la Escuela Amancay (exalumna de Educación Diferencial de la UACh), señaló: “Creo que ya no es momento de planificar algo, sino de ejecutar ahora ya. El planeta nos está exigiendo ayuda y qué mejor que hacerlo a través de la formación de los(as) niños(as). Ellos son mucho más empáticos que los adultos y definitivamente son mucho más respetuosos”.
Marcela Bahamondez, ex apoderada de la escuela y exalumna de Agronomía de la UACh, es junto a la directora una de las principales gestoras de esta iniciativa. Al respecto opinó: “Un proyecto educativo que tiene como factor tan importante la educación ambiental implica ir más allá, donde el edificio esté acorde a lo que tú estás hablando. Una cosa es el discurso y otra es vivir en un establecimiento que funcione de manera ecológica”.
Explicó que el edificio mostrará cómo funciona la energía, cómo funciona el agua, cómo se genera la electricidad, dónde van los desechos. “Los(as) niños(as) van a vivir lo que les estamos contando y obviamente primero los(as) niños(as) y después todo el grupo familiar. Yo creo que ahí está la diferencia y está la huella que queremos dejar”, precisó.