Las vegas en general están conformadas por suelos orgánicos, los cuales poseen características físicas distintivas como una baja densidad aparente (< 0.2 g cm-3) y alta porosidad total (> 90 Vol.%), por lo que en el momento de intervención (drenaje) expresan extrema capacidad de contracción que va aumentando en profundidad. Considerar este comportamiento es de suma importancia dado que están sometidas a constantes estreses mecánicos, a través, del pisoteo animal e hidráulico a través el drenaje no controlado. Esto causa la perdida de la funcionalidad del sistema poroso, provocando daños tan serios como fracturas a nivel superficial y subsuperficial.
Un ejemplo de lo anterior son las Vegas ubicadas en la región de Magallanes que constituyen el principal recurso forrajero de esta zona y de toda la Patagonia, alcanzando una producción de biomasa alrededor de 10 a 20 veces mayor que los pastizales subantárticos. Estos ecosistemas sustentan principales ejes económicos de esta zona: ganadería y la producción ovina.
El tipo de producción agropecuaria en esta zona, se estableció hace más de 145 años, basándose en una ganadería extensiva donde los ovinos pastorean grandes áreas de pastizales (incluso > 100 ha), sin control y con la rotación principal realizada dos veces al año. Durante el verano, los animales se dejan pastoreando en las zonas de mayor altitud (> 100 m.s.n.m.), mientras que en invierno se trasladan a altitudes cercanos al nivel del mar; esto con el fin de evitar las condiciones extremas de la región.
Este manejo tiene un efecto directo y negativo en la fenología de los pastizales naturales, ya que las especies anuales no logran semillar y las perennes tienen dificultades para rebrotar. A esto hay que sumar poca inversión por parte de los ganaderos regionales (debido que es la zona aislada de Chile costos de los insumos son muy altos) y/o desconocimiento de las técnicas de pastoreo que finalmente produce el problema de degradación de suelo y de los pastizales naturales debido a su pisoteo y sobrepastoreo.
Otra de las causas del último es la falta de pastoreo eficiente que incluye las características de las Vegas. Los pastizales patagónicos al ser paisajes altamente heterogéneos, presentan distintos tipos de suelos y condiciones climáticas, por lo cual están compuestos por diferentes comunidades vegetales, con sus características particulares, que lleva al hecho que su producción primaria es errática y altamente variable; factores que no se considera en el momento de realizar el apotreramiento que, finalmente, resulta en pastoreo ineficiente y lleva al sobrepastoreo.
Pérdida de funcionalidad
La degradación del suelo y sobrepastoreo de las Vegas no son sus únicos problemas productivos, ya que para aumentar el periodo de utilización se implementa el sistema de drenaje. Su objetivo es proporcionar una concentración adecuada de oxígeno en el suelo para estimular el crecimiento de las plantas en sitios anegados, lo que genera un efecto inmediato sobre el crecimiento del pasto, aumentando la producción de biomasa durante el período de verano.
Sin embargo, en áreas con bajos niveles de precipitación durante el verano, los sitios drenados pueden sufrir severos períodos de restricción hídrica debido al bajo nivel freático generado por el drenaje que no permite la conservación del agua en el suelo y así alterar la vegetación. Este peligro también existe en esta región ya que, debido al cambio climático, la probabilidad de sequía severa aumenta. Por lo tanto, las estrategias de mejora productiva deben centrarse en aumentar la estabilidad de estos ecosistemas, sin olvidar el importante servicio ecosistémico de las Vegas Patagónicas.
Las vegas al corresponder a terrenos pantanosos con praderas húmedas ubicadas en el fondo de valles y cañones reciben la escorrentía de agua de las áreas circundantes. Acumulación temporal o permanentemente de estas grandes cantidades de agua permite el desarrollo de suelos y vegetación específica para esta zona.
Como mencionado, estos ecosistemas al estar expuestos constante a estrés mecánico, a través del pisoteo animal e hidráulico por drenaje no controlado, resultan en la perdida de la funcionalidad del sistema poroso, provocando serios daños expresados, por ejemplo, en la formación de fracturas a nivel superficial y subsuperficial. Su formación es el resultado de los cambios entre las fases solida-liquida en momento que se secan (drenaje).
Esta pérdida de funcionalidad se refleja también en disminución en las tasas de crecimiento durante el verano debido a que drenaje no adaptado a las condiciones sitio-específicas limita el suministro de agua de las plantas. Si nivel freático puede ser controlado aumenta temperatura del suelo, por lo cual las plantas al encontrar mejores condiciones hídricas y térmicas presentan mejor respuesta productiva, tal como se investiga en el proyecto FONDECYT REGULAR 1231934 titulado “Evaluación de la calidad física del suelo y la disponibilidad de agua en el suelo de una pradera de vega bajo diferentes sistemas de drenaje y carga ganadera en la Patagonia chilena”, que desarrollamos junto a investigadores del Universidad Austral de Chile: FCAA, CISVo, INIA-Kampenaike y la Universidad de Concepción.
En síntesis, las vegas juegan un papel clave funciones en ecosistémicas relacionadas con el ciclo hidrológico, debido a su particular posición geográfica, caracterizada por climas áridos y semiáridos, con bajos niveles de precipitaciones que varían de oeste a este desde 1.000 mm hasta 150 mm, que hace. Esto relacionado especialmente a acumulación de agua y el secuestro de carbono; elementos relevantes a considerar no solo en las acciones de mitigación de los efectos de cambio climático, sino también en la determinación de un adecuado manejo que asegura la óptima producción.
Escrito por:
- Dorota Dec Anieska, académica del Instituto de Ingeniería Agraria y Suelos de la Universidad Austral de Chile, Directora del proyecto FONDECYT Regular 1231934
- Jorge Ivelic-Sáez, ingeniero agrónomo, Magíster en Ciencias del Suelo y estudiante de Doctorado en Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile, investigador de INIA Kampenaike